Málaga, además del sol, la playa y el pescaito frito, guarda en sus calles una gran cantidad de encantos y cosas para ver. Es muy difícil hacer una lista de lugares que visitar en esta ciudad y no quedarse corto, pero empezaré con algunas de las que creo que son las imprescindibles en una visita a Málaga.
La Alcazaba
Junto al Castillo de Gibralfaro, la Alcazaba es el máximo exponente del pasado musulmán de la ciudad. Su situación, en las faldas de la colina de Gibralfaro, hace que sus murallas puedan ser apreciadas desde varios puntos del centro. Fue mandada a construir por el rey taifa de Granada, Badís ben Habús, y sus partes más antiguas son del siglo XI (anteriores a la Alhambra).
Tras la entrada en Málaga de los Reyes Católicos en 1487, la Alcazaba fue abandonada y saqueada y no fue hasta las primeras décadas del siglo pasado cuando se empezó a dar valor nuevamente a esta impresionante fortificación y se comenzó con las labores de rehabilitación. Actualmente, su palacio y jardines, subiendo entre sus murallas, constituyen una visita obligada para quienes estén por Málaga.
Además, la entrada son solamente 2,10 para adultos y 0,60 euros la entrada reducida (residentes, niños, jubilados, estudiantes, pensionistas, familiar numerosas y quienes tengan la MálagaCard). Y los domingos a partir de las 14:00 la entrada es gratuita para todos. Abre de 9:30 a 20:00 horas (una hora antes en invierno).
El Castillo de Gibralfaro
Se construyó en el siglo XIV para albergar a las tropas y proteger a la Alcazaba, y está unido con ella a través de un pasillo entre murallas que sube el monte (llamada Coracha). Tras la reconquista, fue utilizado para retener a los vencidos y también cumplió la función de residencia de Fernando el Católico. Más tarde, las tropas napoleónicas lo destruyeron cuando abandonaban la ciudad en 1812.
Lo que queda de él hoy son ruinas que pueden ser visitadas. Pero si hay algo por lo que merece la pena subir hasta Gibralfaro, además de por el valor histórico del lugar, es por las magníficas vistas de Málaga que se tienen desde allí arriba.
Los precios son los mismos que para la Alcazaba, pero se puede sacar una entrada conjunta para ver ambos monumentos por 3,45 euros. Abre de 9:00 a 20:00 horas (en invierno, hasta las 6:00).
Plaza de la Merced y Casa Natal de Picasso
La Plaza de la Merced es una de la principales plazas de la ciudad. En los edificios que la bordean vivieron personajes muy destacados como el general liberal Riego, el escultor Fernando Ortiz, el escritor Juan José Relosillas, el arquitecto Gerónimo Cuervo o el pintor Bernardo Ferrándiz. Pero este último no fue el único pintor que vivió en la zona, sino que bordeando la plaza nos encontramos con la Casa Natal de Picasso (sede de la Fundación).
La entrada al Museo de la Fundación Pablo Ruiz Picasso, que tiene más de 3.500 obras de arte contemporáneo, cuesta solamente 1 euro e incluye las exposiciones temporales (menores de 17, estudiantes y mayores de 65 años, entran gratis). Está abierto todos los días de 10:00 a 20:00 (excepto los domingos, que cierra a las 14:00 horas).
Pasearnos por aquí significa seguir los pasos de Picasso, ya que fue en este lugar donde pasó su infancia el pintor y, todavía sobrevuelan por la Merced gran cantidad de palomas, las cuales ya desde pequeño reflejaba él en sus obras.
Museo Picasso
En este Museo Picasso se concentran más de 200 obras del artista malagueño, pasando por pinturas, dibujos, grabados, esculturas y hasta cerámicas. El museo está ubicado en un edificio del siglo XVI, el Palacio de Buenavista, declarado Monumento Nacional por ser una de las muestras más representativas de la arquitectura señorial renacentista.
El horario para ir al museo es de 10:00 a 20:00 horas (viernes y sábados hasta las 21:00 horas, y los lunes permanece cerrado). Para la colección permanente la entrada cuesta 6 euros, la exposición temporal 4,5 y la entrada para ver ambas partes 8 euros (niños, jubilados y estudiantes pagan la mitad). Pero atención: si van el último domingo del mes, la entrada es gratuita.
Al salir del museo, vale la pena pasarse por la librería y por el patio donde se encuentra la cafetería, un espacio muy tranquilo. Por otro lado, saliendo del museo (por la parte de la librería), aparecéis justo en frente al Teatro Romano de Málaga, una construcción del siglo I d.C. situado a los pies de la Alcazaba. Puede ser interesante pasarse por estas ruinas romanas y aprovechar una de las visitas guiadas gratuitas para grupos (con cita concertada, llamando al 686 130 978 o al 686 130 983).
Catedral
La imponente catedral malagueña, que se encuentra entre los 10 monumentos sacros más populares de España, está ubicada sobre los restos de la que era la principal mezquita de la ciudad en tiempos de dominio musulmán.
Es conocida como La Manquita porque una de sus torres nunca se terminó (se dice que los fondos se destinaron a ayudar a Estados Unidos en la Guerra de la Independencia). En su diseño, a cargo del artista renacentista Diego de Siloé, destaca la sillería del coro del famoso escultor Pedro de Mena, así como los dos magníficos órganos del siglo XVIII.
El precio de la entrada a la Catedral y los Museos Catedralicios es de 4 euros para adultos (niños gratis), y el horario de visitas es de 10:00 a 18:00 de lunes a viernes y hasta las 17:00 horas los sábados.
Plaza del Obispo y Palacio Episcopal
Esta pequeña plaza, situada al lado de la Catedral, tiene como protagonista a la fuente de piedra que está en el centro y de la cual lleva manando agua desde que se instaló aquí en el siglo XVIII. Sin embargo, la relevancia de este espacio viene dada porque aquí es donde nos encontramos con los edificios que componen el Palacio Episcopal.
Este Palacio es uno de los puntos principales a tener en cuenta en una visita a Málaga, no sólo por su belleza arquitectónica, sino también porque es también la sede del Museo Diocesano y se celebran aquí varias exposiciones gratuitas.
Sólo cierra los lunes, el resto de días está abierto al público de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas.
Todos los lugares que he nombrado están ubicados muy cerca entre sí (excepto el Castillo de Gibralfaro, que está un poco más alejado), con lo cual sería posible visitarlos en un mismo día. Pero ya digo que son solamente algunos de los sitios que considero imprescindibles en un viaje a esta ciudad andaluza, se me quedan muchos otros en el tintero. Así que… volveremos con más.