Técnicas de Meditación Galáctica
José Argüelles/Valum Votan
El punto de la cultura galáctica es que no puede ser alcanzado sin el esfuerzo de meditar. Eso, y una profunda confianza en la indivisibilidad del Absoluto, la Unidad que abarca y transciende toda diversidad. Y siendo una parte de esta unidad, todo lo que ocurre incluso en este plano de la existencia, por muy trágico o absurdo que pueda parecer o aparecer a primera vista, es también una función de esa unidad y es una expresión de su plan desarrollándose.
Pero para realmente apreciar el hecho de que todo lo que sucede está de acuerdo con el plan, primero debemos meditar. Como hemos dicho desde el principio, debemos meditar sin más objetivo que reconocer nuestros propios patrones mentales y la propia iluminación intrínseca. Esta es la clave para entrar en la condición de la holomente galáctica.
“Sin estar identificado con nada, ESTOY IDENTIFICADO CON TODO”.
Cuando hablamos de meditación, en realidad estamos hablando de llegar a conocer tu propia mente, y al hacerlo, entrar en una condición libre de ego. Por esta razón la meditación es conocida a veces como el entrenamiento de la atención consciente.
Probablemente la meditación nos llevará a alturas insospechadas y glorias de la percepción cósmica, pero primero debemos reconocer completamente nuestra propia mente. No puedes conocer realmente tu propia mente sin una práctica contemplativa tal, que de hecho te permite observar la mente.
Este proceso es en realidad una iniciativa muy científica, la iniciativa científica más grande que existe, ya que ¿cómo puedes realmente conocer, sin conocer primero tu propia mente? Conocer tu propia mente con precisión y sin temor requiere un esfuerzo verdaderamente sistemático.
Sin duda conocer tu propia mente puede ocurrir espontáneamente. Por ejemplo, descubrir que tienes que esperar mucho tiempo por cualquier razón, o que ha habido un retraso en tu vuelo. Con frecuencia dejaremos entrar a la ansiedad o la impaciencia o la molestia o la irritación, pero eso no nos llevará muy lejos.
Así que algunas veces simplemente te sientas allí y puedes tener una idea de lo que está sucediendo en tu mente. Pero para realmente tener una comprensión de la mente puedes utilizar algunas técnicas muy sencillas, que en realidad puede ser muy obvias. Y sobre todo debes ejercitar algo tan simple como sentarte sin moverte y aplicar sistemáticamente las técnicas.
Antes que nada, lo mejor es encontrar un lugar silencioso y algo de tiempo. Una almohada firme o un cojín profesional de meditación llamado zafu, es muy útil. Siéntate en él con la columna recta, las piernas cruzadas en posición de loto completo, cada pie sobre el muslo opuesto o medio loto (un pie sobre el muslo opuesto y el otro escondido bajo del muslo contrario). Sólo tienes que colocar las manos sobre las rodillas, mantén la cabeza erguida, con los ojos abiertos, pero mirando hacia el suelo justo delante de ti. Esto es para reducir la tendencia de dormitar o fantasear. Si esta posición no te funciona, entonces simplemente siéntate en una silla con los pies firmes en el suelo.
En cualquiera de los casos, una vez sentado, sólo tienes que seguir tu respiración, fijándote en tu exhalación como punto de enfoque. Cuando surjan los pensamientos, presta atención y conscientemente disuelve el pensamiento con la exhalación. Si tienes que moverte, o tienes un picor, primero observa si ves que puede pasar solo el impulso. Pero si de verdad tienes que rascarte, hazlo deliberada y conscientemente. Trata de sentarte así durante media hora, o incluso si puedes una hora. Después de un tiempo, verás que una hora es apenas el tiempo suficiente para calmar sólo la mente, así que entonces, podrías tratar de estar sentado durante dos horas.
Por supuesto, te darás cuenta que tus pensamientos pueden estar en la naturaleza de un torrente, muy difícil de controlar, y podrías sentir lapsus entre el recordar, disolver los pensamientos y volver a la respiración. Este es el punto del esfuerzo en la meditación. Está muy bien si te tomas un tiempo para cogerle el truco.
El punto es recordar disolver el pensamiento al exhalar. En algún momento es posible que puedas notar que en realidad hay momentos vacíos de pensamiento. Esos son los momentos que te esfuerzas en cultivar. Esos momentos entre los pensamientos son la veta del tesoro. ¿Por qué? Porque ese es el espacio libre de concepto más allá de tu ego.
Observarás o te preguntarás: ¿Quién está elaborando estos pensamientos? ¿Dónde reside esa persona? ¿Quién es esa persona que está mascando estos pensamientos – y por qué? ¿Cómo surgen los pensamientos compulsivos? ¿Y qué es lo que los mantiene después de que se surgen? ¿Y quién es el que los disuelve con la exhalación?
También puedes preguntar: ¿Cuál es la naturaleza de la mente? ¿Quién está siendo consciente? ¿Este estado de la mente ha existido siempre? ¿Es la mente lo mismo que el espacio? ¿Quién sabe? ¿Hay una consciencia que auto-existe aparte de tus propios pensamientos? ¿De dónde vienen? ¿De cualquier modo, quién está meditando?
El estado libre de pensamiento o apego o pegajoso es el estado libre de ego.
Uno de los puntos de la meditación es llegar a reconocer la diferencia entre los estados del ego y no-ego, pero sin juicio, porque en realidad este es el punto en el que puedes empezar a desarrollar la auto-aceptación y la compasión.
El estado del no-ego de la mente es el portal a la holomente galáctica y la meditación. Cuando no eres nadie en absoluto, Dios está presente, el más allá está mirándote a la cara. O tal vez eso sólo es la experiencia del Ser verdadero, aquel que existe sin ninguna parafernalia condicionada de la mente o de las corrientes de pensamiento torrencial, el ser primordial cuya autenticidad has estado buscando todo este tiempo. Sin embargo, como es posible que pronto lo veamos, todo pensamiento es insustancial y se manifiesta por sí mismo, incluso el pensamiento del no-ego – ¡todo es una nada surgiendo de una nada y regresando a la nada! Al comprender que todo el pensamiento son de la misma naturaleza que el espacio vacío que acomoda el pensamiento, podemos preguntar, ¿qué es lo real? ¿Es todo una ilusión creada por la mente – manomaya?
Transmisión de la Mente Galáctica Maya
Ahora estamos empezando a llegar a alguna parte. Aquí es bueno preguntar: ¿Cómo funciona la meditación de la transmisión mental Maya Galáctica, difieren de las técnicas de meditación ya conocidas? ¿Qué tienen en común?
Esencialmente la Meditación Galáctica emplea las mismas técnicas que se usan en el clásico Zen o Dzogchen. Zen significa literalmente meditación, mientras que dzogchen significa “gran perfección”. Pero para la Meditación Galáctica, esto es sólo el comienzo.
Para comprender mejor la base o fundamento de la Meditación Galáctica, fijémonos en un texto clásico de la meditación Dzogchen. Tomemos las siguientes siete líneas de un texto del Maestro Padmasambhava, y estudia y considera realmente su significado.
“Es cierto que la naturaleza de la mente es vacía y carece de fundamento alguno.
Tu propia mente es insubstancial como el cielo vacío.
Debes mirar en tu propia mente para ver si esto es así o no.
Estando sin visión alguna que decida decisivamente que está vacía.
Es cierto que la conciencia primordial auto-originada ha sido clara y luminosa desde el principio.
Al igual que el corazón del sol, que es en sí mismo auto-originado
Debes mirar en tu propia mente para ver si esto es así o no. “
(Padmasambhava, Auto-Liberación a través de ver con la Consciencia Desnuda, sección 10, realizada la numeración de las líneas con fines de su estudio y no están en el texto original)
Línea 1. Que la “naturaleza de la mente es vacía y carece de fundamento” es el fruto de cultivar el espacio entre los pensamientos. Este vacío es en realidad la naturaleza de no-ego, o la ausencia de ego.
Línea 2. “Tu mente es insustancial como el cielo vacío”, aquí la metáfora del cielo extiende el significado o la experiencia del no-ego en una imagen que indica la inmensidad del no-ego.
Línea 3. “Debes mirar en tu propia mente para ver si esto es así o no”, significa que no sólo debes aceptar el símil, sino examinar tu propia mente con él para ver si se ajusta o no.
Línea 4. “Estando sin visión alguna que decida decisivamente que está vacía”, es un punto muy importante, ya que mientras a uno se le pide usar el símil para examinar la mente, la instrucción también dice no hay que fijar la opinión y llegar a una conclusión definitiva, ¡Porque eso sería transformar la experiencia de la naturaleza de la mente “vacía” en un concepto fijo!
Línea 5. “Es cierto que la consciencia primordial… ha sido clara… desde el principio”, se refiere al hecho de que no es la mente conceptual la que determina si la mente está vacía o no, sino la consciencia primordial lúcida que la experimenta como tal.
Línea 6. “Al igual que el corazón del sol, que es en sí mismo auto-originado”, es otra metáfora derivada de la consciencia primordial auto-originada, lo que indica la lucidez intrínseca – la naturaleza de la iluminación – de la consciencia sin restricciones y sin límites.
Línea 7. “Debe buscar en tu propia mente para ver si esto es así o no”, es una medida más para utilizar la metáfora como una herramienta para examinar la mente, haciendo hincapié en el carácter científico del método de observación de la mente.
Hay dos principios de los que se habla en este texto: mente, que es lo que examina y es examinado y la consciencia primordial, aquello que observa el examen. Pero ambos participan de la misma cualidad del vacío y la luminosidad, y en cierto sentido, son indistinguibles entre sí. En su naturaleza pura, también son cualidades del estado de no-ego, y, como tal, útiles para comenzar a identificar la experiencia del no-ego.
Estos versos son puntos excelentes para seguir en el entrenamiento actual de la atención consciente.
(Extracto del Libro: Meditación Galáctica: Entrando en el Orden Sincrónico. José Argüelles)