TAI CHI CHUAN
MÁGICO MOVIMIENTO DE VIDA
A continuación detallaré las 12 Virtudes de Oro del T’ai Chi Chuan:
PRIMERA: Rodillas y puntas de los pies alineadas, vista y manos hacia una misma dirección. Las rodillas y los pies no se superan.
SEGUNDA: Mirada en las muñecas. Mirada al horizonte. Ojos entreabiertos. Párpados cerrados. Pies, rodillas, manos y mirada hacia donde se avanza.
TERCERA: Redondez, arcos y curvas. Aflojar los músculos abdominales, hundir el pecho, recoger el mentón a distancia de un puño de las clavículas y estirar la espalda.
CUARTA: Movimiento continuo e ininterrumpido. Ritmo constante. Quietud en el movimiento, movimiento en la quietud.
QUINTA: Bajar los hombros, dejar caer los codos, atendiendo a las muñecas suspendidas que guían el movimiento de los brazos.
SEXTA: Lentitud. Uniformidad del movimiento. Relajar la cintura y desde el Tan Tien inferior guiar el movimiento de todo el cuerpo. Conciencia centralizada en el Tan Tien.
SÉPTIMA: Suavidad. Distinguiendo lo lleno y lo vacío. Sentido interno de fuerza, sumado al sentido de delicadeza externa. Liviano, ligero y ágil. Bajo vientre lleno y cabeza vacía. Suspendido, sostenido desde la cabeza.
OCTAVA: Traslación en una misma altura. Bajo y abierto. En “L” y no “T”, o paralelos. Los pies no se despegan del suelo ni se arrastran en las posturas, y se desplazan como hojas al viento en los movimientos. Las piernas nunca se estiran.
NOVENA: Respiración natural. Sin esforzar ni exigir. Vincular lo alto y lo bajo. Respiración profunda hasta los talones.
DÉCIMA: Constante recuperación del Centro en armonía con la periferia. Unir el interior con el exterior. Mantener el eje. Ni próximo ni alejado.
UNDÉCIMA: Centralizar y unificar los pensamientos. Utilizar el pensamiento artístico y creativo, y evitar la dureza muscular. El cuerpo va adelante, la mente sigue detrás.
DUODÉCIMA: Sensibilizar el espíritu mediante la puesta en práctica de las Virtudes de Oro y llevar el movimiento al ámbito del corazón. Unificar la energía (Ch’i) de la acción del movimiento expresado, por medio del sentimiento de amor.
Estas son las 12 Virtudes de Oro que caracterizan la auténtica práctica del arte y ciencia del T’ai Chi Chuan.
A continuación, detallaré las 12 Virtudes de Oro del Ch’i Kung:
PRIMERA: Sincronización de los movimientos. Alcanzar la unidad del cuerpo.
SEGUNDA: Ajuste de la respiración al movimiento. Alcanzar la unidad de la respiración continua, unida a la unidad del cuerpo.
TERCERA: Conciencia. Percepción de las 18 sensaciones básicas. Sensación permanente, circular y pendular.
CUARTA: Sonrisa expansiva. Bajo vientre sonriente. Armonizando el microcosmos, mejorando el macrocosmos.
QUINTA: Sentimiento de apertura del Centro Coronario y del Centro Base, sintonizándolos al cielo y a la tierra, fusionándolos en la dimensión del Palacio Humano. Estadio de la Fuerza dinámica inmortal.
SEXTA: Fuerzas alternadas, complementarias, combinadas. La interactuación ininterrumpida del Yin-Yang. Equilibrio en tensión y en relajación. No duro, no flojo.
SÉPTIMA: Fuerza canalizada desde el centro vital. Tan Tien duro, abdomen flojo. Conciencia en el Tan Tien inferior.
OCTAVA: Centralización mental en el movimiento o en punto de quietud interior. Sensibilidad vertical (1ª sensación superior «ampliación-expansión»).
NOVENA: Esfínter contraído y lengua al paladar. Ojos al entrecejo, ojos al ombligo. Estadio de la cristalización energética en la tasa vibratoria más elevada.
DÉCIMA: Sensación de los fluidos psíquicos a lo largo de los meridianos y vasos de energía. Sensación de la dilatación psíquica desde los Centros de energía hacia la periferia.
UNDÉCIMA: Sintonización con las corrientes magnéticas terrestres (absorción). Fusión con la corriente eléctrica cósmica (permeabilización).
DUODÉCIMA: Wu Ch’i. Vacío indiferenciado, concientizado, identificado. La Madre de las energías volviendo a su propio útero. El gran retorno.
****************************
Estilo Yang: Forma de 37 movimientos (Cheng Man Ching)
Cheng Man Ching desarrolló a partir de la forma Yang de 108 movimientos una forma simplificada reduciéndola a tan solo 37 movimientos, para facilitar un aprendizaje más rápido de la secuencia completa.
Debido a la gran cantidad de seguidores que tuvo, esta forma en la actualidad se conoce por todo el mundo.
La forma se compone de los siguientes movimientos
1. Preparacion – Yu-pei Shi
2. Inicio – Chi Shih
3. Guardia a la Izquierda – Lan Chiao Wei, Peng, Tso
4. Guardia a la Derecha – Lan Chiao Wei, Peng Yu
5. Retirada – Lan Chiao Wei, Lu
6. Presionar – Lan Chiao Wei, Chi
7. Empujar – Lan Chiao Wei, An
8. Latigo – Tan Pien
9. Levantar las Manos – Ti Shou
10. Apoyo al Frente – Kao
11. La Cigueña Extiende sus Alas – Pai-hao Liang Chih
12. Barrido de Rodilla – Tso Lou Hsi Yao Pu
13. Guitarra – Shou Hui Pi-pa
14. Paso Adelante, Desviar Abajo, Parar y Puñetazo – Chin-pu, Pan, Lan, Chui
15. Retirada y Empujar – Ju Feng Ssu Pi
16. Cruzar las Manos – Shih-tzu Shou
17. Abrazar al Tigre y volver a la Montaña – Pao Hu Kuei Shan
18. Puño Bajo el Codo – Chou Ti Kan Chui
19. Paso Atras y Rechazar al Mono, derecha – Tao Nien Hou, Yu
20. Paso Atras y Rechazar al Mono, izquierda – Tao Nien Hoi, Tso
21. Vuelo en Diagonal – Hsieh Fei Shih
22. Manos como Nubes, derecha – Yun Shou ,Yu
23. Manos como Nubes, izquierda – Yun Shou, Tso
24. Latigo en Cuclillas – Tan pien Hsia Shih
25. Gallo sobre una Pierna, derecha – Chin Chi Tu-li, Yu
26. Gallo sobre una Pierna, izquierda – Chin Chi Tu-li, Tso
27. Separar Pierna Derecha – Yu fen Chiao
28. Separar Pierna izquierda – Tso Fen Chiao
29. Girar y Golpear con el Talon – Chian Shen Teng Chiao
30. Barrido de Rodilla Derecha y Paso Lateral – Yu Lou Hsi Yao Pu
31. Paso Adelante, Puñetazo Abajo – Chin-pu Tsai Chui
32. La Muchacha Trabaja en Lanzadera, derecha – Yu Nu Chuan So, Yu
33. La Muchacha Trabaja en lanzadera, izquierda – Yu Nu Chuan So, Tso
34. Paso Atras a Siete Estrellas – Shang Pu Chi Hsing
35. Paso Atras y Montar el Tigre – Tui Pu Kua Hu
36. Girar y Barrer el Loto con la Pierna – Chuan Shen Pai Lien Tui
37. Final – Ho Tai-chi
A continuación podemos ver la forma ejecutada por el propio Cheng Man Ching
http://www.youtube.com/watch?v=sjV9bx9unxQ
****************************************
Estaba en una de las más grandes, HERMANAS CRISIS, de mi vida.
Había renunciado al Teatro San Martín que me proveía buen dinero, éxito artístico, reconocimiento social, pero ya no era un trabajo creativo, el éxito nos había devorado como a tantos otros y nos tenia atrapados en ese oportunismo para sostenerse arriba.
No siempre el trabajo artístico es creativo.
Sentía que empezaba el “a cualquier precio” y mi cuerpo no lo soportaba, ya había tenido una hepatitis muy fuerte que hizo que se atrasara el estreno 3 meses y tenia cólicos renales recurrentes.
Cada tanto terminaba retorcido de dolor en el camarín en especial después de las funciones del espectáculo de mas éxito (El Gran Circo Criollo) donde tenia un duelo gauchesco que me exigía una coreografía con muchas piruetas.
Empezaba a resonar en mi la vida como obra de arte, la creatividad en lo cotidiano y la naturaleza como inspiración divina.
Hacia 2 años que vivía con mi pareja en el campo disfrutando los amaneceres, el espacio sideral, el contacto con la tierra, los fuegos en el hogar y despertaba el músico que tenia pendiente desde siempre, con la certeza de que ese era el momento para permitirme dejarlo crecer o callaba para siempre.
Habían giras a Canadá y Méjico programadas para ese año, lo que implicaba un buen sostén económico y también la posibilidad de hacer buenos contactos como en la gira por Europa, pero en mi corazón sentía que los títeres con todo amor, ternura, y gratitud eran una etapa terminada, me sentía músico desde siempre.
Desde siempre, para siempre, como siempre, había mucho siempre dando vueltas a través mío, la decisión se impuso.
Salte al abismo con todo el miedo del universo y allí estaba en caída libre, con el vértigo de ver que todo se deshacía, y lo que suponía que me sostenía, mi pareja, entraba también en esa abismal crisis.
“I see my life comes shining from the west down to the east”o sea todo al revés pero brillando, la luz estaba guiando, pero seguía cayendo, cayendo, cayendo …..!!!
Estaba en el balcón de la casa de mis padres mirando, como toda la vida, a mi cumpa de angustias, la fuente de Plaza Alemania con su inspiradora fuerza inagotable, cuando entre las palmeras vi un grupito de 4 personas, en esos movimientos que uno capta como mágicos y los juzga raritos para desvalorizarlos, porque en realidad se intuye que ahí hay algo tan groso que da miedo.
Yo sabia del Tai Chi, me lo habían recomendado por los cólicos pero fui a un maestro tradicional al que había que seguir y lo que uno alcanzaba a retener era lo que estaba listo para absorber y así él hacia su pasada, y uno se las arreglaba, lo abandone al mes.
Sin embargo baje como hipnotizado, cruce Libertador por la mitad, como toda mi vida, y allí estaba un chino joven de 30 y algo de años, una pareja de franceses y una española, corría el año 86, yo tenia 30 años y estaba “starting all over”con todos que me decían que estaba totalmente loco, dejando todo lo que había logrado, metiéndome en cosas ya tan raras que resultaban insoportables de aceptar, ya con los títeres había estado bien pero ahora esto ¿¡que es esto!!!!!!.
El maestro con paciencia y suavidad explicaba los movimientos uno por uno para que los repitieran y fijaran, así se avanzaba en el aprendizaje.
Era una de esas tardes de otoño de sol calientito, de cielo azul frío.
Me senté a mirar y disfrutar de ese espectáculo de danza cósmica en esa tibieza que me empezó a mostrar el poder de esa suavidad, fluidez y naturalidad hipnótica que me hacia sentir al cuerpo flotando en el aire en contacto con una fortaleza tan contundente que mi certeza tomó y me llevo a esa dimensión donde fue concebida, sentí mi alma, agradecí a la vida.
El abismo se había transformado en cielo, mi visión estaba a salvo, el sentido de mi nueva vida se estaba instalando, estaba contento, en paz, la guerra con lo que siento es la locura.
Me di cuenta que el maestro no hablaba castellano, así que se comunicaba sólo corporalmente, me fasciné, me encantó la idea de una comunicación esencial, directa, sin palabras ni conceptos que obedecer.
Me acerque y la española me explico que hacían 2 veces por semana ahí, nos saludamos, y mientras cruzaba Libertador, sentí que esas iban a ser mis alas para este cielo.
Por supuesto a la siguiente clase estaba ahí, practicaba todos los días en el campo al amanecer y al atardecer, antes de hacer la huerta, me devoraba cada nuevo movimiento, en un año ya sabia toda la forma cronometrada en 25 minutos que era el tiempo correspondiente a una pasada.
Empezaba a captar al Tai Chi como una danza cósmica que conectaba, el universo interno con el externo, sintiendo claramente al cuerpo como canal de circulación de la energía.
Al principio proyectaba mis manos a las nubes, al horizonte en todas sus direcciones para teñir y traer energías sin limites, podía llegar a todo lo que quería con libertad, capte la multidimension como estado de conciencia que podía despertar, en realidad que despertaba cuando se presentaban situaciones en lo cotidiano que me exigían una visión de amor, por ejemplo, los conflictos de pareja que se profundizaban Intenté armar cosas con los títeres pero todo fracasaba, la crisis se profundizaba, mientras todo se desmoronaba yo remontaba vuelo.
Empecé a percibir el espacio como campo energético, a sentir análogamente la presencia de alguien dentro mío.
Cada pasada tenia la misma forma y era cada vez más rica en creatividad, fluidez y placer, como las funciones en teatro.
Algo en mí me “avisaba” de mis posturas forzadas, de mis movimientos extremos.
Estaba desarrollando un trabajo fuerte con la tierra porque hacia mucha huerta para lograr autoabastecimiento.
Aprendiendo a trabajar suave, lo que permite ser constante unido al placer de esta conexión amorosa con la tierra como ser, respetando su consistencia, sus tiempos orgánicos y sobre todo entrando en sintonía con su poder.
Captaba esa lentitud alineada a la respiración con ritmo libre guiándome a abrir la percepción desde la expansión de la conciencia que me conecto con los tiempos sintónicos vitales para el desarrollo armónico.
Aprendí mucho de las plantas pudiendo esperar el brote sin ansiedad, el momento de la siembra desde la sabiduría de los ciclos.
Me despertaba a la mañana y “sabía” porque me daban esas “ganas antojadizas” de sembrar ese día, después miraba el almanaque y resulta que era cuarto creciente, o menguante, o cambio de luna que era el mejor momento para plantar lo que tenia ganas.
Apareció la magia cotidiana como fruto de esta sabiduría intuitiva a la que el Tai Chi conectaba y se trasladaba a toda mi vida.
Descubrí que la exigencia lleva al conocimiento y la confianza a la sabiduría, empecé a soltar, a relajar, a entregar comprendiendo que no era abandonar sino realmente poner en manos de la naturaleza armónica de la vida que estaba ya metida en presencia de alma conciente, uno se convierte en hacedor de paraísos en la tierra sintiendo que esa era mi mejor profesión.
Un día el maestro me dijo “Voy Nueva Zelanda”,
Hicimos la ultima clase cruzamos juntos Libertador, por supuesto por el medio de la calle, (ahí él me siguió a mí)y nos sonreímos, nos abrazamos …. así fue la relación con mi maestro, sin hablar, ni sometimientos, en total y absoluta libertad y desapego, que no es desamor, es justamente la mejor expresión de amar sin posesión.
Se puede creer que en el año y medio nunca nos preguntamos los nombres, pues así fue.
El no era un maestro con su escuela prestigiosa, su estudio era la plaza, su vida era sencilla, simple, humilde, viajando por el mundo, entregando su enseñanza.
Era un Gran Maestro de la Vida.
Creo que traerlo a él aquí es honrarlo como ser que encontró su maestría en lo esencial de la vida, el amor al dar y su libertad de vivir.
La verdad es que no me dio vértigo, tristeza si, era hora de continuar solo.
La coreografía era la misma, yo ya no era el mismo en cada pasada, crecía en ella, a través de ella, ahí apareció la idea de los campos armónicos con la energía del sonido y nació el tan esperado músico.
Alcancé a sentir claramente como quien toca su piel, que somos energía infinita, que la vida es evolución y cambio constantes.
Que la armonía está dentro, a través y omnipresente esperando que sintonicemos con ella como natural guía.
Todo esto sin una sola palabra, ni instrucción, ni repetición conceptual, pura creatividad solo haciendo Tai Chi y permitiendo que llegue lo que haya en el universo para mí en ese momento de eterno presente.
¿Maestro interior? ¿Guía espiritual? ¿Escuchando al alma? ¿Conectando esencia divina? ¿Dejando fluir el placer? ¿El Tao de la vida? ¿La luz interior?
TODO A LA VEZ Y EL INFINITO ESPERANDO POR MÁS.
A nivel corporal todos tenemos una estética de movimiento que corresponde a nuestra forma de configuración energética de acuerdo a estructuras que se han ido armando a lo largo de la s experiencias de vida, dejando algunas zonas bloqueadas por situaciones traumáticas, otras postergadas, o más densas por donde el movimiento no pasa fácil o directamente no pasa y quedan zonas muertas.
La forma del Tai Chi tiene un diseño que hace que el movimiento pase inexorablemente por todo el cuerpo concientemente, activando procesos de liberación de esa energía estancada, vitalización del campo energético y circulación fluida y libre para mantener al sistema activado.
En consecuencia es muy difícil que una enfermedad o un dolor puedan instalarse porque no tienen en este nivel de alta vibración que está constantemente limpiando y nutriendo.
Cuando le conté a mi maestro lo de mis cólicos renales y le pregunté en cuánto tiempo él lo podría solucionar, me dijo que en un año , yo lo quería para ayer y no comprendí que él se estaba enfocando en la sanación en lugar de la curación que yo pretendía,¡ cómo son los niveles de conciencia!
CONTINUARA
Había algo que el aprendizaje me mostraba constantemente , y era que cuando llegaba a un movimiento que me resultaba difícil, por reflejo tensaba, me agarraba y sólo lo lograba pasar soltando, entregando, aflojando.
Esta apertura de conciencia se trasladó a todos los aspectos de mi vida, ya el abismo se empezaba a sentir cielo, con luces, sombras, sustos, miedos, valentías extremas, situaciones límite y mis incipientes alas soltando, entregando, aflojando.
Un año nuevo íbamos volviendo por el campo de una fiesta con mi pareja y sus hijos, la noche estaba estrelladíiiisima veníamos mirando al cielo cuando de un puente saltan 2 pibes apuntándonos con pistolas :
“Den todo esto es un asalto , den todo, ya, ya, ya!!!!!!!!”
Nadie podía creer lo que estaba ocurriendo creo que ni ellos.
“¿Qué haces , así vas a empezar tu año?
Porqué no te vas con tu familia a brindar abrazarte con ellos y empezá un año copado, están acá asustando a los chicos, amargando esta noche a todos.
¡Dejate de joder y de joderte!”
El revolver empezó a temblar, el otro pibe ya lo había bajado y seguí hablándole a él.
“¿Qué van a ganar con esto háganla bien por buena guita, no por chirolas,¡ decile a tu amigo vos, que ya lo entendiste, avivalo! “
El pibe: ¡ Yo ya me di cuenta (y baja el arma) pero qué querés estamos sin documentos, somos Chilenos…”
Yo:¿Tu familia sabe que vinieron a hacer esto?
Sos de por acá , somos vecinos ella es maestra de la escuela.
¿Te parece?
Bajo el arma y empezaron las disculpas, nos abrazaban deseándonos feliz año nuevo y pidiendo perdón hasta que nos pudimos ir.
TAI CHI CHUAN pensé, la lección de mi vida, el poder de la suavidad, la fluidez, esa lentitud interna permiten ser más veloz liberando de la tensión, del apuro, la necesidad, la urgencia desconfiada y armar un campo tan poderoso que se impone.
Esa decisión implacable, esa palabra justa dicha en el momento apropiado, captando todo a la vez.
Aparece sola la oportunidad para entrar ablandar y salir disolviendo todo ataque posible, porque no hay lugar para el combate, no hay solidez donde golpear, todo es sutil, fluido, y así avanza inexorablemente.
La paz se hace presente en esa naturalidad sin tensión, abierto al fluir, confiado en la acción.
Eso hace que generemos energía en lugar de consumirla porque no hay fricción, ni resistencia, se abren los canales de circulación liberando la energía que estaba atrapada en la tensión.
Sentimos esa sustancia que pasa a través del cuerpo en el movimiento, por eso se llama pasada de Tai Chi.
Cuento todas estas historias para describir como los procesos energéticos son situaciones vitales, cotidianas, del día a día que se disparan en acontecimientos que el mismo proceso genera afuera.
Está en nuestras manos tomar el desafío, ser creativos, audaces, o dejarlos pasar ingenuamente, porque la vida volverá a generar situaciones cada vez de mayor calibre hasta que entremos en el camino que el alma está pidiendo.
Estas situaciones son las que sostienen, configuran, y regulan los niveles de capacidad creativa.
Esto viene a cuento de esta etapa en nuestro proceso de aprendizaje en el cual yo también tengo que lanzarme a impulsar a que cada una pueda ir desarrollando el formato de armado de campo personal, original, único para que tenga la potencia que lo haga eficiente en el trabajo de sanación.
Con la energía del sonido, hay que estar lo suficientemente alineados para poder captar y dejarse llevar por esa ola de luz que esta gestando la iluminación del campo que intuye la salida de la oscuridad, sin atravesarla, iluminándola.
Se siente una fuerza que impulsa sin esfuerzo, que pide espacio, genera alivio, invita a esa sensación de plenitud sin dudas a instalarse definitivamente en ese eterno YA, ACA, PORQUE ES ASÍ COMO LO SIENTO.
Sería bueno que pudiéramos inspirarnos en este estado de contacto álmico para que nos guíe a nivel musical, tomando todo el tiempo y el espacio en el silencio para que el sonido tenga un sentido consistente y sea un impulso sónico que fluya, circule, expanda y sobre todo vaya generando ese campo de alta vibración resonante que permite a la energía elevar, expandir e instalar sin esfuerzo ni dudas un campo nutritivo de alma para las zonas oscuras, miedosas, desconfiadas: desalmadas.
Si logramos mantener esa valentía la conciencia expande a la magia, y el viaje dura mientras podamos Taichichuanear así, hasta que la razón asustada intente recuperar su protagónico, juzgando, evaluando, desconfiando.
Si ante esa tensión me agarro el vuelo entra en un pozo de aire, que no tiene nada de malo, quizás esa sea su necesidad de hacer tierra para instalar, pero si no suelto, entrego y aflojo, caigo y ahí está la oportunidad para la humildad de continuar igual , levantarme, seguir y resolver ese miedo en forma de razón lógica , ponemos alma ahí, generamos magia, levantamos vuelo en el abismo.
No la peleo, acepto con amor lo que viene, y lo taichichuaneo, uso ese impulso transformándolo en oportunidad hago luz en la oscuridad.
Esta alineación implica un funcionamiento guiado por lo que es orgánicamente posible, en lugar de la inconciencia del deseo condicionado por la loca y tirana exigencia.
Cuanto más abrimos, más moviliza, activa, desarrolla y crece expandiendo conciencia y percepción sostenidos por la tierra.
El vuelo no es un escape al cielo, es ampliar el contacto en todas las dimensiones para sentirlas presentes, activas y en plenitud expresiva.
Lo siento como un amanecer con esas nubes finitas en el horizonte que no llegan a tapar el sol.
Que a veces lo ocultan, pero la luz esta ahí mostrando siempre sus rayos que parecen chocar y expandirse aún más .
Aparece de nuevo y algo adentro se alegra, florece, se calma.
No me cabe duda que estamos amaneciendo juntos, que vamos hacia más plenitud, que el ocaso es parte del proceso que generará un amanecer más potente , radiante, seguro.
Que los miedos son misterios a ser develados en luz, que la valentía tiene protección divina, que la magia es expresión de la naturaleza que nos habita liberada, que los paraísos en la tierra se gestan y nacen primero dentro nuestro, que son la manifestación de la creatividad puesta en manos del silencio de la acción del alma.
La alineación siempre genera sincronicidad, así que todo lo que viene es bienvenido como señal de la vida para la evolución de la existencia .
El trabajo que nos queda por delante es recorrer este camino incierto, valiente y creativo en contacto con el pacífico poder que la esencia inspira.
Música así concebida es seguramente armónica, sanadora, luminosa y nutritiva en vibración.
Seguramente habrá un necesario proceso de ajuste entre lo que concebimos internamente y manifestamos afuera.
Aquí hay una clave para experimentar que lo que no podemos lograr a nivel físico se sostiene a nivel energético.
Concebimos en multidimensión y quizás todavía no estamos lo suficientemente entrenados y desarrollados como para poder manifestar en todas sus dimensiones.
Allí es donde crece el trabajo de generar ese campo con los recursos que tenemos y sostener desde la presencia de alineación con patrones de alta vibración que sostienen desde el silencio configurando una estructura mágica, manifestada y sostenida desde la amplia sutileza de una presencia que no necesita decir para manifestar, esta ahí aunque no se vea, ni se escuche, porque está más allá SE SIENTE .
Estos son los trabajos más difíciles, ricos, sugestivos, donde el desafío es el talento de decir desde la presencia energética lo que el sonido no puede expresar.
No hay técnica para la inspiración, está solo esa humilde capacidad de entrega honesta de lo que soy y lo que siento, el poder de abrirse al alma, de pacificar mi ser, de despertar la esencia inspiradora del amor como expresión mágica.
Armonizar captando y fluyendo, soltando ante las dificultades, aflojando frente a las rigideces, saboreando infinito en el aire, abundancia en la vida, unidad en la diversidad.
*******************