Homenaje a las víctimas del atentado de Atocha Madrid.
191 seres únicos e irrepetibles salían de sus hogares esa mañana del 11 de marzo del 2004 dirigiéndose a desplegar los actos cotidianos de vivir. Eran vida, proyectos y futuro. Reían, soñaban, trabajaban, añoraban, leían, educaban y se educaban, sentían, se conmovían. El terror interrumpió todo y le puso fin. Hoy son y deben ser memoria. Ya han pasado cinco años, de los cuales cuatro hemos compartido en el corazón con los padres, familiares y amigos de las víctimas de Atocha. Cuanto entendemos y cuanto nos hermana ese mismo dolor, ese anhelo de justicia. De justicia verdadera, no la de las sentencias, sino la del cambio profundo, la que impide que los hechos se repitan. Hoy estamos con ellos unidos a través de la distancia, la amistad y el dolor por la pérdida de sus seres queridos.