Redes 90: El poder de las redes sociales
Desde hace tiempo practico yoga kundalini en la busqueda del autocontrol. Mi pregunta es: ¿realmente tanto control mental para controlar en cada momento el posicionamiento negativo que la mente nos quiere imponer es saludable, o, por el contrario, estamos tan mal hechos que tenemos que controlarnos en cada momento, para no ser infelices?
Sin ser un experto en meditación, sí puedo hablarte del supuesto mal diseño al que haces referencia. En principio es importante dejar claro que la mente no está ni bien ni mal diseñada. La evolución del cerebro y de la cognición se han ido adaptando a necesidades del entorno físico y social de una manera ciega, de tal manera que el resultado final es sólo una de las opciones posibles, que pudieron resultar exitosas. Por lo tanto, hay mejores y peores maneras de haber obtenido una estructura cerebral lo suficientemente eficaz como para mantener con vida al portador de dichas características y permitirles traspasar sus genes a la siguiente generación.
Echemos un vistazo al caso de las mariposas de la zona industrial del norte de Inglaterra. Estos insectos tenían las alas de color blanco hace unos siglos. Con la revolución industrial y la liberación de toneladas de CO2 a la atmósfera, las mariposas comenzaron a ser fácilmente detectables por determinados depredadores de la zona. Más adelante, la desmantelación de todo ese tejido industrial purificó el aire y los humos negros desaparecieron, lo que volvió a poner en una situación comprometida a las mariposas, que ya no se camuflaban en el ambiente, así que éstas volvieron a su color blanco original al cabo de unos años. Es seguro que había mejores maneras de hacer frente a estos peligro como volverse tóxicas o incomestible. Probablemente el cambio de color también produjo consecuencias indeseadas y mantuvo algunos inconvenientes de la estrategia anterior, como por ejemplo la atracción de otro tipo de depredadores que no se basan en señales visuales para detectar a sus presas. Lo que ocurre es que un día se produjo una mutación en el gen que libera la proteína que da lugar a la pigmentación de las alas y ésta fue lo suficientemente eficaz como para permitir pasar desapercibidas a un número suficiente de mariposas hasta el siguiente periodo de transformaciones medioambientales.
Por lo tanto, es posible que lo mismo que le ocurrió a estos seres pueda estar sucediendo con nuestro cerebro, a un nivel más complejo. Nuestros cerebros son lo suficientemente buenos como para permitirnos sobrevivir, pero no es el mejor de los cerebros posibles, ya que también tiene otra serie de consecuencias no deseables. Al igual que ocurre con otros mecanismos cognitivos del ser humano, son capaces de lo mejor y de lo peor al mismo tiempo: de hacernos felices y llevarnos a mundos extraordinarios o de maltratarnos psicológicamente e incluso hundirnos mediante el pensamiento.
En mi opinión, el control del pensamiento es algo que debemos activar y desactivar en función de utilidad del momento. La parada del mismo dependerá de si las rumiaciones te ayudan en el objetivo deseado y si éstas te producen satisfacción o insatisfacción. Practicarla de manera indiscriminada no parece lo adecuado, pues en ocasiones ayudan a imaginar soluciones. Del mismo modo son de un enorme valor en los procesos que requieren de creatividad.