Leche y lacteos relacionados al autismo, y la esquizofrenia
Aunque las vacunas son la principal causa: Solo en el 2008 más de 500,000 estadounidenses padecian alguna forma de autismo, de acuerdo con la Autism Society of America. La discapacidad de desarrollo aparece típicamente durante los tres primeros años de vida y se caracteriza por problemas para interactuar y comunicarse con los demás. Muchos individuos presentan movimientos corporales repetitivos, tales como aleteo con las manos o mecerse, y se resisten a los cambios de rutina. En algunos casos, pueden mostrar comportamientos agresivos o autolesivos. La esquizofrenia se caracteriza por alteraciones en el pensamiento, reacción emocional y comportamiento, y es la forma más común de la enfermedad psicótica. Resultados de dos estudios en animales indican que el autismo y la esquizofrenia están relacionados con la incapacidad de una persona para descomponer apropiadamente un proteína que se encuentra en la leche.
Fuente de la información: Dr. Mercola. Por sus conocimientos en una variedad de temas de salud, fue entrevistado por: Today Show, CNN, ABC’s World News Tonight, El Dr. Oz Show, Noticias de la CBS, NBC y ABC. La revista Time, la revista Forbes, decenas de entevistas por radio etc. Mercola además es autor de dos grandes Bestsellers del New York Times, The Great Bird Flu Hoax (La Gran Estafa de la Gripe Aviar) y nd The No Grain Diet (La Dieta sin Grano).
Más de 2 millones de estadounidenses padecen esquizofrenia, según el Instituto Nacional de Salud Mental. Las personas con esquizofrenia a menudo oyen voces internas, o creen que otros están leyendo su mente, controlando sus pensamientos o planeando hacerles daño. Además, su lenguaje y comportamiento pueden ser tan desorganizado que aveces resulta incomprensible o espantoso para los demás.
Los resultados de dos estudios en animales indican autismo y la esquizofrenia podrían estar relacionados con la incapacidad de una persona para descomponer apropiadamente un proteína que se encuentra en la leche. Este problema digestivo podría inducir los síntomas de los trastornos, cuya base ha sido largamente debatida.La investigación fue realizada por el fisiólogo de la Universidad de Florida, el Dr. J. Robert Cade.
Cuando no se descompone, la proteína de la leche produce exorfinas, como la morfina, compuestos que van directo a las áreas del cerebro conocidas por estar involucradas en el autismo y la esquizofrenia, puntualmente, las células de la disfunción. Los hallazgos en animales sugieren un defecto intestinal.
El mal funcionamiento de una enzima sería la causa.
Los resultados preliminares de este estudio – que mostró que un 95 por ciento de 81 niños autistas y esquizofrénicos tenían 100 veces los niveles normales de la proteína de la leche en la sangre y la orina – fueron presentados en dos reuniones internacionales.
Los investigadores también observaron que cualquier producto lácteo debería ser excluido de la dieta. Esto incluye los helados, yogur y suero. Incluso los aromatizantes en los alimentos deberían ser evitados a menos que el procesador pueda garantizar, más allá de toda duda, que no contienen caseinato, la principal proteína de la leche. Ahora tenemos una prueba positiva de que estas proteínas están entrando en la sangre y una prueba positiva de que alcanzan áreas del cerebro relacionadas con los síntomas del autismo y la esquizofrenia.
Los investigadores inyectaron en ratas la proteína beta-casomorfina-7, uno de los componentes clave de la leche y la parte que se coagula para hacer queso. Luego observaron su comportamiento de los animales y el tejido cerebral, examinado si las sustancias se acumulaban allí. La Beta-casomorfina-7 fue adoptada por 32 áreas diferentes del cerebro, incluyendo las secciones responsables de la visión, audición y comunicación. Esto podría explicar algunas de los sintomas que uno ve en el autismo y la esquizofrenia, como las alucinaciones.
Si una parte del cerebro emite una falsa señal a causa de casomorfina, esto podría dar lugar a que la persona vea algo que no está realmente allí, ya sea una alucinación visual o auditiva.
Existe una serie de comportamientos que la rata tiene después de ser inyectada con beta-casomorfina-7, que son básicamente las mismas que uno ve en un ser humano con autismo o esquizofrenia.
Si usted hace un ruido al lado de la jaula de una rata, esta normalmente sabrá de dónde viene. Pero las ratas tratadas con beta-casomorfina-7 no lo hacen – no se enteraron de que una campana sonaba por encima de ellas. Esto resultó muy importante para los investigadores, porque muchas madres de niños autistas comentan que a veces parecen ser completamente sordos – hablan con sus hijos y ellos no parecen oírlas.
Los investigadores sospechan que el proceso comienza en el intestino, donde el cuerpo absorbe la proteína cuando una persona ingiere alimentos que la contienen.
Los expertos piensan que este proceso se vinculado a la producción de anticuerpos en el intestino cuando una persona come algo a lo que es sensible. Tanto las personas con esquizofrenia como las personas con autismo tienen una alta incidencia de ciertos anticuerpos, y una alta incidencia de diarrea, lo que apunta a un trastorno intestinal. Así que los investigadores creen que con el autismo y la esquizofrenia, el trastorno fundamental es en el intestino, y que los pacientes estuvieron absorbiendo beta-casomorfina-7, que normalmente se descompone en el cuerpo como los aminoácidos, en lugar de cadenas de péptidos de 12 aminoácidos, durante mucho tiempo.
Fuente Dr. Mercola: “Milk Linked to Autism, Schizophrenia” http://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2008/01/02/milk-linked-to-autism.aspx
Monsanto y la Hormona de Crecimiento Bovino: Los productos geneticamente modificados de Monsanto no hacen más que potenciar cualquier proteína dañina en la leche, provocando además, cancer, tumores, e infertilidad, además de destruir el sistema inmunologico.
‘Nada de lácteos’
Lácteos: La gran decepción
‘Nada de lácteos’ es la orden de mi nutrióloga. Después de escuchar una retahíla de los achaques que éstos provocan, incrédula corro a consultar con el Dr. José María Zubirán, mi médico de confianza, y me asombra su respuesta: ‘Pues ¡claro! Me parece perfecto. La leche y sus derivados, después de los 4 años de edad, ya no son necesarios y sólo te causan problemas’. ¿Pero cómo? ¡Si toda la vida nos han dicho que la leche es lo más sano del mundo! Todavía sin estar del todo convencida, consulto otras fuentes y me quedo con la boca abierta debido a lo que me entero.
‘La leche y sus productos derivados son los mayores contribuidores a la industria de la enfermedad, que representa 2 trillones de dólares’, afirma el economista Paul Zane Pilzer en su libro The Wellness Revolution.
Pero, ¡ojo!, además, la leche causa osteoporosis, alergias, constipación, flatulencia, cáncer, obesidad, enfermedades del corazón e infecciones. ¿Cómo la ves? Pues sí. Y es muy probable que este artículo no agrade a muchas personas, sin embargo, cada vez es más fuerte la voz que lo declara, y que no podemos ignorar en aras de proteger intereses económicos.
Es más probable que el consumo de leche cause y no prevenga la osteoporosis. Diversos estudios en Harvard, Yale, Penn State y en los National Institutes of Health en Estados Unidos lo confirman. El alto contenido de proteína (caseína) que contienen los lácteos, de hecho, drena el calcio del cuerpo. Y para acabar de sorprendernos, el calcio que contienen de manera natural los vegetales y frutas es más sano, más fácil de absorber y más abundante.
Por si fuera poco, los expertos afirman que los lácteos son la principal causa de que más del 65 por ciento de la población en Estados Unidos tenga sobrepeso y obesidad. Me pregunto, ¿será igual aquí?
Más preocupante aún es saber que, además de contribuir a padecer osteoporosis, la leche contiene hormonas, antibióticos, pesticidas y es causante de varias enfermedades infecciosas.
¿Sabías que una vaca típica del campo puede darnos hasta cuatro litros y medio de leche al día, mientras que la industria moderna tortura a estos animales para hacerlos producir hasta 45 litros al día? Esto se debe a que hoy les suministran cantidades masivas de hormonas especiales, como la de crecimiento bovina (BGH), y esteroides para aumentar la producción. Esto provoca que sus ubres sean tan grandes que se arrastren por el piso y se infecten, lo cual conlleva al uso de antibióticos constantes.
A la hora de conectarlas a los succionadores de metal, estas lindas sustancias permanecen en la leche, aun después de procesarla, lo que causa graves trastornos en las personas, en especial en los niños que la consumen. ¿Has notado cómo ahora las niñas tienen su menstruación mucho más temprano que las niñas de antes? ¿Y que el desarrollo de sus senos es mayor?
Lo que todos nos preguntamos es ¿cómo es posible que nadie diga nada al respecto? La respuesta es muy sencilla. Las empresas lecheras invierten millones de dólares cada año en la mercadotecnia de sus productos. Y el consumidor promedio, es decir, tú y yo, no gastamos el tiempo en investigar reportes médicos y, en cambio, sí vemos revistas y mucha televisión.
Independientemente de todo lo anterior y siguiendo las instrucciones de mi nutrióloga, desde hace meses no consumo nada de lácteos. Y sin hacer ningún otro cambio en mi alimentación, tanto mi esposo como yo no sólo hemos perdido peso, el colesterol nos ha disminuido, nos sentimos más ligeros, la digestión es mejor y la energía también. Así que te invito a que tú también, querido lector, querida lectora, lo consideres.