La Vergüenza
La personalidad inicialmente sirvió como los “ojos y los oídos” del ESPÍRITU sobre este planeta; pero hace muchísimo tiempo, cuando decidieron jugar el juego de la separación, la personalidad asumió una identidad separada de la del ESPÍRITU y ustedes conformaron un ego externo para asumir el papel del ESPÍRITU y determinar qué era real y qué hacer al respecto. Para mantener al ego externo inconsciente respecto al hecho de la separación del ESPÍRITU (lo que se denomina la “caída del hombre”) depositaron una energía muy particular en la estructura genética de la especie humana. Esta vibración se siente ligeramente distinta para cada persona: algunos se sienten como si fueran los “ángeles caídos”, otros se sienten como si en cualquier momento los fueran a pillar cometiendo una terrible ofensa y otros, como si estuvieran sucios y embarrados. La gente hará grandes esfuerzos para evitar estos sentimientos de no ser merecedor. Intenten observar algunos de los acontecimientos de sus vidas desde esta perspectiva. ¿Ven lo que les quiero decir?
La compensación por la vergüenza se demuestra de muchas maneras distintas: elitismo o competencia, por ejemplo. Cuando uno se siente separado de los demás y, ni siquiera está seguro de que existe algo llamado ESPÍRITU, es inevitable que el ego-externo busque seguridad tratando de ubicarse lo más alto posible en la escala, en comparación con los demás. La razón por la cual las noticias de TV se centran en la muerte, en la ruina y en el desastre es la de permitirle a la gente sentir que alguien, en algún lugar, la está pasando peor que uno mismo y que uno esté temporalmente un poco más protegido porque sencillamente no le tocó hoy. Sintiéndose cercenada del ESPÍRITU, la personalidad ve a la vida casi como un castigo, en vez de un regalo, o de una oportunidad para expresarse, con lo cual la expresión “sentencia de muerte” (N. De los T: En inglés se dice “Cadena Perpetua” o “life sentence”) adquiere todo su real significado.
Lo importante a saber acerca de esta vergüenza, es que uno la hereda en sus genes. En el Planeta Tierra esto ya viene como parte del programa pero está tan enraizada como parte del cuerpo físico que jamás nos ponemos a examinarla cómo lo que es: una condición de estar encarnado. Y cada vez que alguien dice algo como esto: “Deberías sentirte avergonzado de ti mismo”, el cuchillo se remueve en la herida, porque a un nivel muy profundo, uno está de acuerdo con ello.
Por supuesto, todos dispusimos que el juego de la separación fuera de esta manera. No era posible sencillamente ponerse a simular que estábamos separados del ESPÍRITU. Había que volverlo muy real para que el juego funcionara y hemos encontrado que la vergüenza ¡funciona muy bien, de hecho! La vergüenza reside en el centro de cada célula del cuerpo físico de uno. Normalmente al morir, podemos dejar esta vergüenza detrás de nosotros, en las células, pero para poder ascender con el cuerpo, esta energía debe ser liberada de sus células.
La Liberación Celular
Muchos Trabajadores de la Luz están iluminando un sendero para que los demás logren hacerlo. En casos extremos, pueden encontrarse que repentinamente están siendo forzados a una posición de impotencia. Esto puede causar una rápida y masiva liberación de la vergüenza de sus células hacia sus campos, desde donde puede ser limpiada.
No todo el mundo tomará la decisión de hacer esto y muchos escogerán una liberación más suave y a más largo plazo. De cualquier manera, es bueno que sepas que cuando sientas vergüenza de cualquier tipo, no se trata de ti sino de otra energía que debes liberar de tus campos. Intenten que la vergüenza no permanezca como parte de sus identidades ni se sientan culpables de ser ustedes. Como Trabajadores de la Luz, se encuentran transmutando la vergüenza inherente de la especie humana en una expresión más elevada de unicidad y de servicio con el ESPÍRITU.
Bajo la guía del ESPÍRITU, la energía de la vergüenza está siendo liberada desde sus células hacia sus campos. Y tal y como está sucediendo, uno la siente como si fuera una experiencia de primer plano en vez de una condición inherente del ser humano. Y la manera de lidiarla, consiste en pasar a través de ella. Evitarla o suprimirla equivale a decirse que sí es verdad y que somos impotentes para hacer algo al respecto. Sencillamente mírenla de frente como algo heredado en las células y proveniente de algo impreso por la cultura; y no como parte de su identidad.
A medida que vayan quemando la vergüenza liberada de las células en sus campos, lo irán sintiendo. Permitan que esto suceda, a sabiendas de que no son ustedes, sino algo que vinieron a lidiar en este planeta. Si se sienten solos e impotentes, traten de hallar otro grupo de Trabajadores de la Luz, algunos de los cuales también estarán en medio de este proceso. No teman aceptar sus ayudas. Los días del individualismo a ultranza se han ido. Nos hemos movido hacia una era de co-creación y es importante dejarlo que suceda. Los Trabajadores de la Luz están cumpliendo su misión en este planeta pero, hasta ahora, pudieron haber estado trabajando en solitario. Pero ahora se les llama, en vivo, para que trabajen junto con otros Trabajadores de la Luz en la co-creación del siguiente nivel de la evolución de la especie humana, a medida que los antiguos patrones basados en la separación están siendo extraídos de la herencia genética de la especie humana. Ustedes no pueden hacerlo solos.
Otra manera de darse apoyo cuando la vergüenza aflore, consiste en sentir el verdadero poder de uno. Pídanle al ESPÍRITU “una capacidad cada vez mayor para hacer lo que sea necesario”. En segunda instancia, invoquen a los ángeles de la Fuerza Destructora para que centrifuguen la energía fuera de sus campos, y a San Germain para que le aplique la llama violeta a sus campos. Después de unos pocos segundos o minutos, ustedes se van a sentir más calmados y, de una manera sutil, más poderosos. Permitan que este nuevo sentimiento de poder fluya a través de sus cuerpos y visualicen cómo inunda y llena el vacío que quedó en sus células al irse la vergüenza.
(Seraphis)