Para celebrar la llegada a mi edad avanzada, escribí unas lecciones que me ha enseñado la vida.
La vida no es justa, pero aún así es buena
La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.
No tienes que ganar cada discusión.
Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo.
Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.
No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.
Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
Si una relación tiene que ser secreta, mejor no tenerla.
Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.
Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz.
Pero la segunda sólo depende de ti.
Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un “no” por respuesta.
Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para serlo.
Perdónales todo, a todos.
Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.
No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo hoy.
Llegar a viejo es mejor que la alternativa…..morir joven.
Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
Si juntáramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, querríamos los nuestros.
La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
Lo mejor está aún por llegar. No importa cómo te sientas… arréglate y preséntate
Todo lo que verdaderamente importa al final, es que hayas amado.