Comunicación Compasiva. Ejercicio
de vientosdolo
A veces, nuestros lentes de la percepción y la reactividad pueden ser los responsables de que nuestra comunicación y escucha empática sean imposibles. Ambas personas en una comunicación pueden ser atrapados por el “vos contra mí” o “nosotros contra ellos” o “nunca –siempre”.
Las diferencias las sentimos como intolerables y nos sentimos frustrados. Aprender a comunicar nuestros miedos y deseos a otros y recibir su comunicación acerca de sus miedos y deseos, es una práctica de la inteligencia emocional que sostiene la resiliencia a lo largo de toda la vida.
Cuando dos personas se encuentran empáticamente, sus emociones pueden ser expresadas de una manera directa. Esta honestidad abre la puerta a la percepción de las necesidades del otro, aún en un conflicto, facilitando el entendimiento o al menos el respeto por las diferencias.
Ejercicio
Es un ejercicio de la Comunicación No Violenta desarrollado por M Rosemberg y hoy se lo conoce como Comunicación Compasiva. Para algunos el ejercicio puede ser estructurado o mecánico, pero cuando un conflicto necesita ser expresado y trabajado, es muy importante que tenga esta estructura. Cuando las dos personas aceptan el protocolo, pueden identificar las necesidades emocionales y elegir las acciones correctas.
Poner la Intención: un apersona empieza diciendo: “Hay algo que me está pasando y que está afectando nuestra relación. Me gustaría hablar acerca de esto. Estás disponible? Es mecánico! Si, pero cierra todas las puertas de salida. El interlocutor acepta a escuchar respetuosamente al otro hasta que termine. Si el interlocutor no está disponible en ese momento preciso, puede decir que no, pero debe comprometerse a estar disponible en las próximas 24horas.
Crear las condiciones para ser Escuchado: elegir un tiempo y lugar en donde no haya distracciones o interrupciones. Nos sentamos cara a cara, luego la persona que pidió la comunicación establece el tema en una oración y el interlocutor la repite para el que habla se sienta escuchado y le pregunta si “hay algo más?” Nada más , sin ningún comentario, sin resistencia, ni incredulidad. Este método pide el mutuo respeto y la seguridad. Sin insultos.
Hablar y Escuchar: Entonces, el que habla empieza a compartir la experiencia con los siguientes delineamientos: “Me sentí realmente herido/a, pensé, o creí …..” Uno dice sus impresiones subjetivas o pensamientos que hayan contribuido a la experiencia. El interlocutor repite lo que el otro le ha dicho para que se sienta escuchado. “Te has sentido herido cuando pensaste, etc…” El que escucha no expresa nada para defenderse, o a su favor, no interpreta, no comparte su experiencia. A veces, es mucho más difícil ser un escucha que el que habla. El que habla termina, enfocándose en las emociones y necesidades que subyacen debajo de los eventos. Más que un pensamiento es lo que siente. “siento que … Estoy preocupado, tengo miedo..” Hay que ir al corazón del tema, y corazón son las emociones, lleva menos tiempo del que uno cree, y una vez que enfocamos en los sentimientos nos podemos dar cuenta que es lo que motiva a esta persona a sus propios comportamientos.
Resumen del tema: el que escucha devuelve un breve resumen del todo el tema y entre los dos se llega a un punto claro. “Cuando experimentas que no te presto atención te preocupa que no te ame”
Pedido de cambio: El que expresó el tema le dice cuales son sus necesidades emocionales: “Necesito que …” y se compromete en cambiar ella misma en tres cosas e identifica tres cosas en las que puede cambiar el que está escuchando: “que me des un gran abrazo, o que me saludes cariñosamente, etc”
Entre los dos: eligen una de los tres comportamientos para hacer en un tiempo específico. Los pedidos pueden ser en cambios de comportamiento, no de carácter, y que sean positivos: especificando que es lo que uno quiere (y no lo que uno no quiere,) específicos, medibles, y tienen que hacerse en un marco de tiempo definido por ambos.
A medida que se realizan los cambios, tienen que ser concientes de los cambios y apreciarlos cuando se realizan. Si el cambio no llegó a su necesidad emocional, tendrá que ser más claro en el objetivo de su necesidad.
El que ha escuchado usa la misma fórmula para crear las condiciones para ser escuchado, comunicar sus sentimientos y necesidades, presentar los 6 pedidos (propios y del otro). Si cada una de las personas cambia un comportamiento por semana por un año, habrán instituido más de 100 cambios positivos en su relación en ese año.
La Neurociencia de la Comunicación Compasiva:
Esta fórmula mecánica prohíbe el avergonzar, culpar o llamar al otro de maneras que activan una respuesta de amenaza en el cerebro preparando la respuesta reactiva consecuente (ataco o huyo). Cuando no nos sentimos amenazados, la corteza del lóbulo prefrontral no es tomada por una amenaza ni por las defensas a esa amenaza. La corteza prefrontal permanece activa, usando un circuito resonante, para poder escuchar al otro y llegar a una resolución. Aprender a estar abiertos y responder a pedidos aumenta y refuerza nuestra confianza y nuestra habilidad de resolver conflictos y disputas.
L Graham
Hasta pronto
Dolores