Autoestima. Aprender a perdonar
Capítulo 9:
Meditación con el niño interior
Les pedimos que cierren los ojos y vayan a su interior, y que miren a su propio niño aterrorizado, que probablemente se haya escondido en la oscuridad.
Encuéntrense a sí mismos y a este niño pequeño en el momento más perturbador de sus vidas. Puede haber sido una época en la que murió un padre o un hermano, o algo como un accidente automovilístico, un momento en el que su vida se hallaba amenazada y en el que no se sentían seguros en la Tierra.
Permítanse encontrar a ese niño. Si no lo pueden visualizar, siéntanlo, él está ahí. El Espíritu se halla con ustedes esta noche, y sus guías se hallan a sus pies viendo con asombro la labor que realizan. Cuando encuentren a su niño, pídanle al mago que vive en su interior que se acerque al niño y que cree un hermoso aro de seguridad y magia a su alrededor. Ustedes personalmente le dirán a este niño que sea lo que sea que sienta, es absolutamente normal, y que lo que está sintiendo es exactamente lo que tiene que sentir. Denle al niño el total permiso de expresar sus sentimientos, y hagan que se sienta lo suficientemente a salvo para expresarlos. Es posible que este niño desee llorar, romper cosas, lastimar gente, así que simplemente den un paso hacia atrás sin emitir juicio y permitan que el niño se exprese del modo que quiera hacerlo, en la forma que sea necesaria para que exprese su enojo, su terror, su dolor o lo que sienta.
Dialoguen con el niño, disfruten hablando con él. Miren directamente a sus ojos. Miren más y más profundo en los ojos del niño y permitan que el amor que hay en sus corazones fluya desde sus ojos hacia los ojos del niño, hacia el corazón del niño y de regreso hacia su propio corazón. Permitan que el amor circule entre ambos haciendo que el niño se sienta más y más seguro, más y más amado, más y más hermoso, más y más bienvenido a este planeta, hasta que lleguen a fusionarse en unidad, un verdadero sentido de pertenencia. Permitan que este aspecto de su niño entre en sus corazones y que su corazón y el del niño se conecten. Usemos un rayo Rosa de Amor Divino para unir ambos corazones. Permitan una conexión profunda y significativa. El niño ahora está seguro y a salvo en su propio corazón y está allí para ser amado y cuidado.
Allí donde estuvo el niño habrá ahora restos energéticos. Acudan al mago interior, que reside dentro si, y pídanle que libere los restos y los libere de todos los viejos patrones que fueron creados por ese aspecto particular del niño. Permitan una limpieza de esta energía y, a medida que la energía se limpie, abran sus corazones a cada miembro del grupo de esta noche y permitan que el amor fluya desde su corazón al de cada miembro del grupo y reciban el amor de cada uno de ellos. Donde encuentren resistencia o dolor en su corazón, permitan que la energía y el amor de este grupo lave el dolor y quite la resistencia.
Permítanse estar cada vez más y más “en unidad” con el grupo de gente, disolviendo cualquier obstáculo de aislamiento que haya en el camino, y creando y generando el amor entre ustedes.
A medida que sanen al niño aterrorizado dentro de ustedes, todos los otros aspectos de su niño interior se sanarán con rapidez, no se verán obstaculizados por el terror que mantiene estancado su proceso de sanación.
Comiencen a sentir sus cuerpos ahora, observen los sentimientos que hay en ellos. Un cuerpo sin terror, sin ese miedo y ese enfado profundamente anclado que rodea al terror. Sin el odio y sin todas esas energías vibratorias de bajo nivel que se encontraban ancladas dentro del terror, el terror que hacía que vivan su vida sin la capacidad de enfrentarla, que les quitaba fuerza y empuje, su habilidad de crear. Así que permitan que la energía de esta belleza, calidez, cariño y amor fluyan a través de sus cuerpos y emulen la paz de lo Divino. Entren más y más profundamente en lo Divino, en lo infinito, volviéndose uno con el Universo, volviéndose infinitamente grandes e infinitamente pequeños, siendo la paradoja de estos dos mundos.
El problema siempre ha sido el terror del niño interior. Donde hay terror no hay expansión y no hay amor, allí hay oscuridad, vacío, soledad, contracción. Permítanse contraerse, atraigan toda su energía hacia ustedes mismos. Vemos que hay mucha falta de voluntad, pero les permitiremos expandirse una vez que hayamos concluido este pequeño experimento, así que permítanse contraerse y volverse chicos una vez más, y sientan la intensidad de esta energía de contracción y la falta de vida que hay en ella. Es como una red de pescar guardada en un rincón del barco, que no pescará nada, pero que si se abre y expande en el océano, pesca todo lo que hay en su camino.
Cuando estén listos, sus guías estarán a su lado, permitan que ellos laven y limpien su aura con amor, permítanse sentirlos. En la Nueva Era van a encontrarse con sus guías en un nivel más físico. Todos nosotros hemos estado juntos en vidas anteriores. Ellos le darán a alguien más para amar.