El Gran Espíritu del Amor
Todos hemos llegado a ser esclavos de nuestras posesiones. Liberémonos de ésta esclavitud. Tomemos solamente lo que necesitemos para sobrevivir y ofrezcamos el resto a aquellos que están en necesidad.
Es duro y penoso porque las posesiones han llegado a ser nuestros maestros. Pero despertemos! El verdadero Maestro del Mundo es el Amor y si podemos dar todo lo que podamos soportar y ayudar a terminar el sufrimiento de otro, sentiremos el Amor puro y el gozo que tal vez nos ha estado faltando.
La Casa del Espíritu no tiene 4 paredes y cálices de oro de vino y sangre. El espíritu está alojado en nuestros corazones.
Todos conocemos el dicho: Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; tocad, y la puerta se abrirá. Es verdad. Pero tantos han olvidado formular las preguntas, buscar las respuestas en el mundo y en vuestros corazones y en lugar de tocar leemos el manual de instrucciones del hombre. Paremos de leer las palabras del hombre y vivamos la Ley del Amor.
Debatimos e interpretamos, gritamos herejía y golpeamos el puño contra la pared. Vivimos nuestra fe en la fiabilidad de los escritos del hombre y olvidamos el verdadero mensaje de ella.
¡¡¡¡¡¡¡ AMOR !!!!!!!
Sólo hay que seguir una regla que es el Amor Incondicional. Esta regla supedita a todo lo demás.
Si vivimos, verdaderamente, por la regla del Amor siempre encontraremos el Amor en el Espíritu Viviente.
El Espíritu que nos ata a todos es el Amor. Dios, Alá, Yahvé, Jesús, Buda, Krisna, y todos aquellos a los que llamamos Dios. Ellos son Uno, ellos son Amor y desean terminar el sufrimiento. Ellos nos gritan: Terminad el sufrimiento. Está DENTRO DE VOSOTROS. Porque somos nosotros los que nos permitimos sufrir, no ellos. Nuestros deseos son los que causan el sufrimiento.
Retornemos nuestros corazones al Amor. Cuando todos nosotros retornemos al Amor Incondicional entonces conoceremos el fin del sufrimiento. Encontraremos la Paz que estamos buscando. Está en nosotros.
No juzguemos o tratemos de cambiar o convertir a los demás. Cambiemos nosotros y convertamonos al Amor. Otros verán nuestro cambio en todo lo que hacemos y dirán y pensarán: ¿Puedo amar yo también? ¿Puedo amar incondicionalmente?. Mostremos al mundo el Amor incondicional y sentiremos el poder de la Amorosa Bondad en nuestra propia alma.
No todo aquel que profesa fe sentirá la presencia del Amor. Solamente aquellos quienes verdaderamente abrazan al Amor, el puro Amor Incondicional y conocerán a Dios.
No tengamos miedo a la muerte, con ella vendrá la gran calma. Nosotros somos la Luz y el camino.
Nuestras mentes están cegando nuestras almas. Los escritos que realizamos los hombres son un intento de definir su Luz, pero no hay definición de ella excepto el Amor. No es un camino fácil el del Amor. Es duro y desafiante pero el poder está en nosotros para el cambio. Él está con nosotros, en nuestra alma. Es Amor.
Nuestra mente nos ha distraido de él, pero Él nos ama, desea que vayamos, nos extraña. No es un ritual, es Amor. No se arrodilla en un templo, es Amor. No hace falta llamarlo, ya está dentro de nosotros.
Es duro para muchos creer en Él. Nos hemos atrapado en otras cosas, estamos ciegos. Pero aún nos ama.
¿Es más fácil matar en su nombre que amarlo?
Esta vida que tenemos no es fácil, no se espera que lo sea. Nuestras luchas son para ayudarnos a crecer, para entender el sufrimiento de manera que podamos terminarlo. ¡Sufrimos tanto! Pero no estamos solos. Él nunca nos dejará aún cuando cerremos nuestros ojos a Él. Nos ama a todos.
No debemos temerlo, debemos temernos. Aprendamos a Amar. Salgamos, Amemos, seamos Amables, Compasivos.
El Amor está dentro de todos nosotros para darlo. Es gratis!
Sirvo la Luz, Paz y Amor!!!