Sentirse bien con uno mismos
A pesar de los conflictos, la pobreza, las muertes y las carencias, a pesar de cualquier limitación que suceda, hay un pintor que se levanta muy temprano y, después de asomarse por su ventana, se pone a pintar en la Tierra colores y vida. El sol es un pintor despreocupado de todo. Quizá el sol simplemente se siente bien de ser sol, de hacer lo que le gusta. ¿Habrá algo así como un sol deprimido, ansioso o preocupado por las deudas? ¿Habrá un sol que le duela la cabeza o padezca de artritis? ¿Dudará el sol de acariciar una flor porque le “cae mal” o de caer en la cabeza del vecino porque este le hace la vida de cuadritos?
Sentirse bien con uno mismo quizá sea una de las tareas más interesantes y profundas en estos tiempos. Cuando las experiencias de la vida fluyen en armonía y todo parece que se alinea de acuerdo a lo que amamos y queremos, la sensación placentera que se experimenta es dulcemente inigualable: hay una especie de enamoramiento con todo lo que nos rodea y la vida parece brillar en todos sus rincones. Sin embargo, no siempre podemos sentirnos así de bien. Muchas veces la vida nos confronta con experiencias que no siempre son del todo disfrutables, y más que alegrías y sensaciones placenteras nos traen dolor, frustración: carencia y limitación.
Cuando nos encontramos ante circunstancias adversas o poco gratas, buscamos de alguna forma sentirnos bien. Y en esta búsqueda muchas veces encontramos cosas en el camino, como compañías o experiencias que nos dan felicidades pasajeras, como aquellas que simplemente apaciguan un momento con otro momento, disfrazando o distrayendo lo que no nos gusta ver, sentir o padecer. Y aunque estas alegrías son parte de la vida y no dejan de ser parte del bufete de opciones, de alguna forma, a la larga, no alcanzan a llenarnos por completo. Y pasan los días y parece que más que llevarnos a realizar y dulcificar nuestra vida, nos alejan de lo que verdaderamente amamos y buscamos.
Sentirnos realmente realizados
Para encontrar la verdadera realización en uno mismo, y llegar a sentirse bien con lo que uno es, bastaría quizá observar un poco más a la naturaleza. En la natura hay muchos mensajes de sabiduría que nos pueden acercar a lo que realmente anhelamos. Uno de sus mensajes más claros es que la naturaleza simplemente nos acepta como somos. La aceptación es uno de los escalones básicos que nos conducen a las alturas de la realización. Aprender a aceptarnos bajo cualquier circunstancia es aprender a ver de una forma clara y consciente nuestras debilidades y limitaciones, tener claro lo que tenemos y somos, sin juzgarnos, reprocharnos o culparnos.
Si observamos, no importa lo que hagamos, pensemos y hasta digamos; el aire siempre está silencioso frente a nosotros para darnos oxígeno, y la luz para nutrir nuestras células. La naturaleza no nos juzga, no nos critica ni nos maltrata con exigencias exageradas.Ella simplemente nos permite el espacio de exploración, aprendizaje y creación.
Ciertamente la vida se hace más disfrutable, y podemos disfrutarla más y sentirnos mejor con nosotros mismos a medida que nos vamos conociendo y teniendo consciencia de lo que realmente somos, de nuestro potencial creativo. Tenemos un cuerpo para movernos por el tiempo, y una mente extraordinaria capaz de transformar cualquier adversidad en algo grandioso. Si queremos, podemos rodearnos de música y flores, de abundancia y alegría, si tan sólo pensamos en eso. Y es cierto que quizá no tengamos una bola de cristal que nos diga que sucederá en el futuro y cómo se pondrán las cosas en nuestras vidas, pero si tenemos actualmente un cuadrado de cristal llamado monitor por el cual podemos ver y acceder a internet, una poderosa herramienta informativa que, bien utilizada, puede llevarnos a acceder al conocimiento de nosotros mismos y a las magias que este saber conlleva.
Tenemos a nuestro alcance más recursos que en todos los tiempos para comprender de qué se trata todo esto llamado vida, y de entender el mensaje que hay debajo de cada experiencia molesta, de extraer “el oro” de aquello que a nuestro alrededor parece opaco, sin sentido, doloroso y carente.
Por más que una experiencia parezca dura, limitada o gris, hay algo dentro de nosotros que es capaz de transformarla en algo grandioso, pero se nos olvida a menudo que quien está creando nuestra realidad somos nosotros mismos. Nos ponemos tensos, ansiosos, irritables y miedosos porque no nos conocemos lo suficiente como para sentirnos más grandes que cualquier adversidad, no alcanzamos aún a ver que dentro de nosotros esta esa fuerza Divina, la cual es capaz de crear universos y destruir estrellas. ¿Qué no podría hacer la fuerza Divina en nuestras vidas? ¿Qué problema o limitación no podría transformar? De alguna forma jugamos un juego grandioso sin haber leído a consciencia el instructivo de cómo usar nuestra mente y sus extraordinarios potenciales.
Nuestra atención está muchas veces en lo que no queremos, lo que nos disgusta y nos duele. La realidad hace mucho ruido allá afuera, nos distrae de lo que somos y del potencial creativo que tenemos: de la energía divina que se mueve entre cada átomo de lo que somos.
Aceptar y transformar
Aceptar la realidad y a nosotros mismos no significa que nos tenemos que conformar con una vida limitada o carente. Significa que nos hacemos conscientes de lo que realmente tenemos y de lo que nos gustaría transformar. A través de aceptar nuestra vida así como es, y de aceptarnos a nosotros con nuestras debilidades, dolores, etc., sin juzgarnos ni reprobarnos, podemos entonces empezar a engrandecer lo que somos.
¿Cómo engrandecer la vida?
Poniendo toda nuestra intención en conocer más acerca de nosotros, en cómo podemos usar nuestra maravillosa herramienta creativa llamada mente y cómo aprender a amar y valorar más la persona que somos pues, después de todo, dentro de nosotros habita la naturaleza que mueve universos y tiene la Magia más grandiosa de todas para transformar lo que sea. ¿Cómo uno no va a sentirse bien con uno mismo sabiendo qué clase de poder llevamos dentro?
Resumiendo…
5 formas de sentrite bien contigo mismo:
- Evita tratar de complacer a los demás. recuerda que si tu estás bien, todo lo demás lo estara, y podras dar y ayudar más. Asi que empieza por complacerte primero a ti mismo.
- No te critiques ni juzgues, observate con objetividad y valora las cosas que puedes hacer para engrandecer tu vida.
- No compitas con nadie, trata de hacer las cosas de forma más creativa y amable pero por que eso te hace sentir bien y no a otra persona. Evita, además, tratar de tener siempre la razón, tu punto de vista es tan valioso como el de los demás.
- Evita culparte, pues la culpa es un autocastigo que no lleva a nada. Háblate y trátate como si fueras el mejor de tus amigos, y comprende que siempre haces lo que mejor puedes.
- Y recuerda que, a pesar de cualqueir limitación, dentro de ti tienes el poder de transformar una carencia o problema en algo grandioso.