El perdón no es aquel acto misericordioso con el otro de liberarlo de la culpa, como nosotros creemos. La ilusión nos hace buscar un culpable allá afuera El perdón aunque parezca una acción dirigida hacia el exterior, es una liberación de las ataduras con nuestros recuerdos. Perdonando nos liberamos de las memorias de dolor y rompemos los cordones invisibles que nos atan a las situaciones, personas y cosas del pasado.
“Bienaventurados los que se centran en Sí mismos, porque ellos conocerán a Dios”. Puede que no sea un mal objetivo en tu vida conocer la parte más elevada de Ti mismo, y permanecer centrado en ella.
Tu primera relación, pues, debe ser contigo mismo. Debes aprender primero a honrarte, cuidarte y amarte a Ti mismo.
Debes verte primero a Ti mismo como estimable para poder ver al otro como tal. Debes verte primero a Ti mismo como bienaventurado para poder ver al otro como tal. Debes verte primero a Ti mismo como santo para poder reconocer la santidad en el otro.
NAMASTE!!!