La Chumbera; Belleza árida
De todas las plantas que podemos escoger para adornar nuestros hogares, los cactus son los eternos olvidados, a pesar de que son los que menos cuidados requieren y los más sencillos de mantener. Son propios de ambientes áridos, pero se adaptan bien a temperaturas más frías. La chumbera forma parte de ese grupo de plantas versátiles que decora, regala frutos cada primavera y es una eficiente herramienta de defensa. Si además no te exige mucha dedicación para su cuidado, tienes ante ti una de las mejores opciones con las que alegrar tu casa.
Es una planta perenne perteneciente a la familia de las cactáceas. Su nombre científico es Opuntia ficus-indica y es originaria de Méjico. Llegó a Europa en el siglo XVI y se concentra en las zonas mediterráneas. En España forma parte de la flora más característica de las Baleares y el sur y sudeste de la península.
Hojas: se las conoce como ‘palas’ porque tienen una forma ovalada y son planas pero carnosas. De color verde, tienen espinas y unas pelusas que en contacto con las manos resultan muy molestas. Ésta es una característica común en los cactus. Como son plantas de climas secos, reservan el agua en su interior y evitan que ésta se evapore porque su piel es impermeable. Son un arma de defensa que las previene de los animales que intentan morderlas para conseguir el agua.
Flores: están cargadas de pétalos y son muy vistosas. Las hay de varios colores: amarillas, rojas y naranjas. Fruto: se le conoce por el nombre de ‘higo chumbo’. Es redondeado, de color naranja y rojizo. También posee espinas (largas) y es bastante carnoso.
En su conjunto, la chumbera puede llegar a medir hasta cuatro metros.
Cuidados
Exposición: es una planta acondicionada a ambientes muy calurosos; desérticos. Lo normal es que crezca a pleno sol, aunque a veces, si se planta en macetas no necesita someterse a tanta temperatura y, con una luz más tenue, crece perfectamente.
Terrenos: Viven en condiciones tan adversas que no suelen tener problemas para germinar, incluso, de manera silvestre en superficies poco fértiles. Pero el suelo debe ser muy permeable para que canalice el agua y sus raíces absorban todo lo posible. Mezcla la tierra en la que vayas a plantar con arena, arcilla, o cal. Floración: en verano.
Abono: es recomendable que lo hagas una vez al año. Reciclar la tierra ayuda a que no se apelmace y a su vez le administras nutrientes que pueden haber perdido desde su plantación o desde el último abonado. A pesar de ser una planta todo-terreno, si la tienes en casa, no está de más que la mimes un poco.
Riego: hazlo con moderación. La época en que deberás ser más generoso es en verano, mientras está floreciendo. Pero reduce el riego en invierno porque, al ser una planta de secano, no está acostumbrada a asimilar mucha agua y puedes ‘ahogarla’.
Multiplicación: germina a través de esquejes y lo hace, además, con mucha facilidad.
Recolección: los higos ya están maduros en primavera. Hay que tener cuidado al separarlos de las palas porque las espinas no te lo van a poner fácil. Ayúdate de unos guantes recios y con un poco de agua y un cuchillo, elimina la ‘pelusa’ y quítales la cáscara que los recubre.
Otras propiedades de la chumbera y su fruto
Información nutricional: el higo chumbo es rico en azúcares (12%) y sales minerales. Posee vitaminas C y B, fibras y otros nutrientes. Lo más habitual es que los comas crudos, como una fruta más. Su pulpa es dulce y jugosa. También puedes exprimirlos o confiturarlos y hacer mermelada. En la variedad está el gusto y tú decides cómo quieres tomarlos: batidos, cocidos, macerados…
Propiedades medicinales: este fruto es un remedio natural para tratar heridas y quemaduras (leves). Son diuréticos y emolientes y, gracias a su contenido en fibra, regula tus digestiones. Puedes encontrarlos procesados en tabletas y cápsulas.
Ornamentación y defensa: como todas las plantas, una de sus funciones fundamentales es adornar nuestros jardines. Gracias a las dimensiones que pueden llegar a alcanzar (hasta cuatro metros) y a sus espinas, podemos conformar setos y barreras naturales con las que cercar y proteger nuestra casa.
Animales: en ocasiones se utilizan para alimentar a los cerdos y al ganado.