Sábado 16 de Julio de 2011
La alegría de la realización
Mientras eliges cómo vas a vivir este día, recuerda esto. La realización es una verdadera alegría, que bien vale la pena experimentar una y otra vez.
La alegría de la realización está en hacerlo. Nada puede compararse con el sentimiento de saber que estás marcando una diferencia.
Trabajar para lograr concretar algo te da la posibilidad de descubrir y desarrollar tus propias fortalezas, únicas y especiales. Se trata de una manera sumamente plena de utilizar tu tiempo.
La realización nunca envejece ni se cansa. Porque cada logro abre la puerta a todo un nuevo nivel de emocionantes posibilidades.
Ahora mismo hay todo tipo de cosas que puedes hacer para agregar valor a tu vida. Decide ser la persona que va a llevarlas a cabo.
A pesar de que las recompensas exteriores de las realizaciones son muchas, el logro en si mismo constituye también su propia recompensa. Decide hoy hacer el esfuerzo, perseverar con sentido y compromiso, y descubre esa alegría especial que la realización puede aportar.
LECCIÓN 198 – Sólo mi propia condenación me hace daño.
El daño es imposible. y sin embargo, las ilusiones forjan más ilusiones. Si puedes condenar, se te puede hacer daño. Pues habrás creído que puedes hacer daño, y el derecho que te prescribes puede ahora usarse contra ti, hasta que renuncies a él por ser algo sin valor, indeseable e irreal. La ilusión dejará entonces de tener efectos, y aquellos que parecía tener quedarán anulados. Entonces serás libre, pues la libertad es tu regalo, y ahora puedes recibir el regalo que has dado.
Condena y te vuelves un prisionero. Perdona y te liberas. Ésta es la ley que rige a la percepción. No es una ley que el conocimiento entienda, pues la libertad es parte del conocimiento. por lo tanto, condenar es en realidad imposible. Lo que parece ser su influencia y sus efectos jamás tuvieron lugar en absoluto. No obstante, tenemos que lidiar con ellos por un tiempo como si en real¡ dad hubiesen tenido lugar. Las ilusiones forjan más ilusiones. Excepto una. Pues el perdón es la ilusión que constituye la respuesta a todas las demás ilusiones.
El perdón desvanece todos los demás sueños, y aunque en sí es un sueño, no da lugar a más sueños. Todas las ilusiones, salvo ésta, no pueden sino multiplicarse de mil en mil. Pero con ésta, a todas las demás les llega su fin. El perdón representa el fin de todos los sueños, ya que es el sueño del despertar. No es en sí la verdad. No obstante, apunta hacia donde ésta se encuentra, y provee dirección con la certeza de Dios mismo, Es un sueño en el que el Hijo de Dios despierta a su Ser y a su Padre, sabiendo que Ambos son uno.
El perdón es el único camino que te conduce más allá del desastre, del sufrimiento y, finalmente, de la muerte. ¿Cómo podría haber otro camino cuando éste es el plan de Dios? ¿Y por qué combatirlo, oponerse a él, hallarle mil faltas y buscar mil otras alternativas?
¿No sería más sabio alegrarte de tener en tus manos la respuesta a tus problemas? ¿No sería más inteligente darle gracias a Aquel que te ofrece la salvación y aceptar Su regalo con gratitud? ¿Y no sería muestra de bondad para contigo mismo oír Su Voz y aprender las sencillas lecciones que Él desea enseñarte en lugar de tratar de ignorar Sus palabras y substituirlas por las tuyas?
Sus palabras darán resultado. Sus palabras salvarán. En Sus palabras yace toda la esperanza, bendición y dicha que jamás se pueda encontrar en esta tierra. Sus palabras proceden de Dios, y te llegan con el amor del Cielo impreso en ellas. los que oyen Sus palabras han oído el himno del Cielo. Pues éstas son las palabras en las que todas las demás por fin se funden en una sola. Y al desaparecer ésta, la Palabra de Dios viene a ocupar su lugar, pues entonces será recordada y amada.
En este mundo parece haber diversos escondrijos donde la piedad no tiene sentido y el ataque parece estar justificado. Mas todos son uno: un lugar donde la muerte es la ofrenda que se le hace al Hijo de Dios así como a su Padre. Tal vez pienses que Ellos la han aceptado. Mas si miras de nuevo allí donde antes contemplaste Su sangre, percibirás en su lugar un milagro. ¡Qué absurdo creer que Ellos podían morir! ¡Qué absurdo creer que podías atacar! ¡Que locura pensar que podías ser condenado y que el santo Hijo de Dios podía morir!
La quietud de tu Ser permanece impasible y no se ve afectada por semejantes pensamientos ni se percata de ninguna condenación que pudiera requerir perdón. pues los sueños, sea cual fuere su clase, son algo ajeno y extraño a la verdad. ¿Y qué otra cosa, sino la verdad, podría contener un Pensamiento que edifica un puente hasta ella misma para transportar las ilusiones al otro lado?
Nuestras prácticas de hoy consisten en dejar que la libertad venga a establecer su morada en ti. La verdad deposita estas palabras en tu mente, para que puedas encontrar la llave de la luz y permitir que a la obscuridad le llegue su fin.
Sólo mi propia condenación me hace daño
Sólo mi propio perdón me puede liberar.
No olvides hoy que toda forma de sufrimiento oculta algún pensamiento que niega el perdón. Y que el perdón puede sanar toda forma de dolor.
Acepta la única ilusión que proclama que en el Hijo de Dios no hay condenación, y el Cielo será recordado instantáneamente, el mundo quedará olvidado y todas sus absurdas creencias quedarán olvidadas junto con él, conforme la faz de Cristo aparezca por fin sin velo alguno en este sueño de perdón. Éste es el regalo que el Espíritu Santo te ofrece de parte de Dios tu Padre. Deja que el día de hoy sea celebrado tanto en la tierra como en tu santo hogar. Sé benévolo con ambos, al perdonar las ofensas de las que pensaste que eran culpables, y ve tu inocencia irradiando sobre ti desde la faz de Cristo.
Ahora el silencio se extiende por todo el mundo. Ahora hay quietud allí donde antes había una frenética avalancha de pensamientos sin sentido. Ahora hay una serena luz sobre la faz de la tierra, que reposa tranquila en un dormir desprovisto de sueños. Y ahora lo único que queda en ella es la Palabra de Dios. Sólo eso puede percibirse por un instante más. Luego, los símbolos pasaran al olvido, y todo lo que jamás creíste haber hecho desaparecerá por completo de la mente que Dios reconoce para siempre como Su único Hijo.
En él no hay condenación. Es perfecto en su santidad. No necesita pensamientos de misericordia. ¿Qué regalos se le pueden hacer cuando todo es Suyo? ¿A quién podría ocurrírsele ofrecer perdón al Hijo de la Impecabilidad Misma, tan semejante a Aquel de Quien es Dijo, que contemplar al Hijo significa dejar de percibir y únicamente conocer al Padre? En esta visión del Hijo, tan fugaz que ni siquiera un instante media entre este singular y la intemporalidad misma, contemplas la visión de ti panorama mismo, y luego desapareces para siempre en Dios.
Hoy nos aproximamos todavía más al final de todo lo que aún pretende interponerse entre esta visión y nuestra vista. Nos sentimos dichosos de haber llegado tan lejos, y reconocemos que Aquel que nos trajo hasta aquí no nos abandonará ahora. Pues nos quiere dar hoy el regalo que Dios nos ha dado a través de Él. Este es el momento de tu liberación. Ha llegado el momento. Ha llegado hoy.
Pensamiento del domingo 17 de julio de 2011.
“El Señor sólo quiere una cosa para sus criaturas: que se
beneficien lo más posible de las riquezas que les ha dado. Y sólo
se beneficiarán verdaderamente de éstas riquezas si aprenden a
consagrárselas. Todo lo que se consagra a Dios queda protegido
por espíritus luminosos del mundo invisible. Una facultad, un
talento que consagráis a Dios aumenta, se amplifica: mientras que
si no se consagra a Él, lo perdéis. Incluso si, concretamente,
continuáis poseyéndolo, es como si estuvierais ya perdiéndolo,
porque interiormente no os beneficiáis tanto como podríais.
Comprended bien esto: se pueden poseer grandes riquezas pero, al
mismo tiempo, estar privado de ellas porque no han sido
consagradas para asegurar verdaderamente su protección. Cada día
os acordáis de proteger, en vuestra casa o en otra parte,
numerosos objetos sin importancia; entonces, ¿por qué os olvidáis
de proteger vuestras facultades y vuestros talentos? Consagrarlos
al Señor y estarán protegidos.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Daily Encouragement
July 17
Life isn’t always smooth. If it were, we would never grow and develop as human beings. If we succeed, we are envied; if we fail, we are ridiculed and attacked. Sadly, this is how people are. Unexpected grief and suffering may lie ahead of you. But it is precisely when you encounter such trying times that you must not be defeated. Never give up. Never retreat.
Daisaku Ikeda