Martes 12 de Julio de 2011
Acepta la responsabilidad
Hacerte sentir feliz o pleno no es tarea de nadie más que de ti mismo. Lo que importa es lo que tú decidas.
Si tu vida no está marchando como querrías, buscar alguien a quien culpar no te aportará nada. En cambio, deja atrás aquello que ya ha ocurrido y encárgate de explorar las oportunidades que tienes a tu disposición.
El hecho de que hayas experimentado una desilusión o incluso un serio contratiempo, no es motivo suficiente para que pierdas la esperanza. A pesar de que la vida no es ciertamente perfecta, eres absolutamente capaz de progresar sin importar lo que pueda haber sucedido con anterioridad.
La felicidad llegará a ti cuando venga de ti. El éxito será tuyo cuando decidas asumir la responsabilidad por hacer que así sea.
En lugar de obsesionarte por aquél que pueda haberte lastimado o por qué o cómo pueda haberlo hecho, decide seguir adelante con tu vida. En lugar de poner tu energía al servicio del resentimiento, dedícala a crear grandeza que tenga sentido.
Tu vida es tuya para que la vivas. Acepta la responsabilidad y todo lo que ello implica, y tus días estarán llenos de verdadera riqueza.
UCDM LECCIÓN 193 – Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.
El aprendizaje es algo que le es ajeno a Dios. Su Voluntad, no obstante, se extiende hasta lo que Él no entiende, en el sentido de que Él dispone que la felicidad que Su Hijo heredó de Él permanezca incólume, sea perpetua y por siempre en aumento, que se expanda eternamente en la dicha de la creación plena, que sea eternamente receptiva y absolutamente ilimitada en Él. Ésa es Su Voluntad. Por lo tanto, Su Voluntad provee los medios para garantizar que se cumpla.
Dios no ve contradicciones. Sin embargo, Su Hijo cree verlas. Por eso tiene necesidad de Alguien que pueda corregir su defectuosa manera de ver y ofrecerle una visión que lo conduzca de nuevo al lugar donde la percepción cesa. Dios no percibe en absoluto, El es, no obstante, Quien provee los medios para que la percepción se vuelva lo suficientemente hermosa y verdadera como para que la luz del Cielo pueda resplandecer sobre ella. El es Quien responde a las contradicciones de Su Hijo y Quien mantiene su inocencia a salvo para siempre.
Éstas son las lecciones que Dios quiere que aprendas, Su Voluntad se refleja en todas ellas, y ellas reflejan Su amorosa bondad para con el Hijo que Él ama. Cada lección encierra un pensamiento central, que se repite en todas ellas. Su forma es lo único que varia, según las circunstancias, los acontecimientos, los personajes o los temas, los cuales parecen ser reales, pero no lo son. Su contenido fundamental es el mismo y es éste:
Perdona, y verás esto de otra forma.
Es cierto que no parece que todo pesar no sea más que una falta de perdón. No obstante, eso es lo que en cada caso se encuentra tras la forma. Esta uniformidad es lo que hace que el aprendizaje sea algo seguro, ya que la lección es tan simple que al final no se puede rechazar. Nadie se puede ocultar para siempre de una verdad tan obvia, que aunque se presenta en innumerables formas, se puede reconocer con la misma facilidad en todas ellas, sólo con desear ver la simple lección que allí se encierra.
Perdona, y verás esto de otra forma.
Éstas son las palabras que el Espíritu Santo te dice en medio de todas tus tribulaciones, todo dolor y todo sufrimiento, sea cual sea la forma en que se manifiesten. Éstas son las palabras con las que a la tentación le llega su fin, y la culpabilidad, abandonada ahora, deja de ser objeto de reverencia. Éstas son las palabras que ponen fin al sueño de pecado y eliminan todo miedo de la mente. éstas son las palabras mediante las cuales al mundo entero le llega la salvación.
¿No deberíamos acaso aprender a decir estas palabras cada vez que nos sintamos tentados de creer que el dolor es real y la muerte se vuelva nuestra elección en lugar de la vida? ¿No deberíamos acaso aprender a decirlas una vez que hayamos comprendido el poder que tienen para liberar a todas las mentes de la esclavitud? Éstas son palabras que te dan poder sobre todos los acontecimientos que parecen tener control sobre ti. Ves esos acontecimientos correctamente cuando mantienes estas palabras en tu conciencia, sin olvidarte de que son aplicables a todo lo que ves o a todo lo que cualquier hermano contemple erróneamente.
¿Cómo puedes saber cuándo estás viendo equivocadamente o cuándo no está alguien percibiendo la lección que debería aprender? ¿Parece ser real el dolor en dicha percepción? Si lo parece, ten por seguro que no se ha aprendido la lección, y que en la mente que ve el dolor a través de los ojos que ella misma dirige permanece oculta una falta de perdón.
Dios no quiere que sigas sufriendo de esa manera. Él quiere ayudarte a que te perdones a ti mismo. Su Hijo no recuerda quién es, y Dios no quiere que se olvide de Su Amor ni de todos los dones que Su Amor trae consigo. ¿Renunciarías ahora a tu propia salvación? ¿Dejarías acaso de aprender las sencillas lecciones que el Maestro celestial pone ante ti para que todo dolor desaparezca y el Hijo pueda recordar a su Padre?
Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que aprendas. Él no deja ningún pensamiento rencoroso sin corregir, ni que ninguna espina o clavo lastime en modo alguno a Su santo Hijo. El quiere asegurarse de que su santo descanso permanezca sereno e imperturbable, sin preocupaciones, en un hogar eterno que cuida de él. Él quiere que todas las lágrimas sean enjugadas y que no quede ni una sola más por derramar, ni ninguna que sólo esté esperando el momento señalado para brotar. Pues Dios ha dispuesto que la risa reemplace a cada una de ellas y que Su Hijo sea libre otra vez.
Hoy trataremos de superar en un solo día miles de aparentes obstáculos a la paz. Deja que la misericordia llegue a ti cuanto antes. No trates de posponer su llegada ni un sólo día, minuto o instante más. Para eso se hizo el tiempo. Úsalo hoy para lo que es. Dedica, mañana y noche, el tiempo que puedas a lo que éste tiene como propósito, y no permitas que el tiempo que dediques sea menos que el que sea necesario para satisfacer tu más imperiosa necesidad.
Da todo lo que puedas, y luego da un poco más. Pues ahora nos levantaremos apresuradamente e iremos a casa de nuestro Padre. Hemos estado ausentes demasiado tiempo y ya no queremos seguir demorándonos más aquí. Según practicamos, pensemos en todas las cosas con las que nos hemos quedado para resolverlas por nuestra cuenta y que hemos mantenido fuera del alcance de la curación.
Entreguémoselas a Aquel que sabe cómo contemplarlas de manera que desaparezcan. La verdad es Su mensaje; la verdad es Su enseñanza. Suyas son las lecciones que Dios quiere que aprendamos.
Hoy, y en los días venideros, dedica un poco de tiempo cada hora a practicar la lección del perdón tal como se indique. Trata de aplicarla a lo acontecido en esa hora, de manera que la próxima esté libre de todo ello. De esta manera, las cadenas del tiempo se desatarán fácilmente. No dejes que ninguna hora arroje su sombra sobre la siguiente, y cuando haya transcurrido, deja que todo lo acontecido se vaya con ella. De este modo, permanecerás libre y en paz eterna en el mundo del tiempo.
Esta es la lección que Dios quiere que aprendas: Hay una manera de contemplarlo todo que te acerca más a Él y a la salvación del mundo. A todo lo que habla de terror, responde de esta manera:
Perdonaré, y esto desaparecerá.
Repite estas mismas palabras ante toda aprensión, preocupación o sufrimiento. Y entonces estarás en posesión de la llave que abre las puertas del Cielo y que hace que el Amor de Dios el Padre llegue por fin hasta la tierra para elevarla hasta el Cielo. Dios Mismo dará este paso final. No te niegues a dar los pequeños pasos que te pide para que puedas llegar hasta Él.
Daily Encouragement
July 12
I imagine that some of you have family members who are not yet practicing Nichiren Buddhism. There is no need to be impatient or to agonize over this. Whether people take faith has to do with their mystic connection with Buddhism, which takes a variety of forms. Important is the presence of one person who is practicing. One person’s attainment of Buddhahood brings happiness to family members and all those around him or her. When a single sun rises, everything is illuminated.
Daisaku Ikeda
Pensamiento del martes 12 de julio de 2011.
“El universo es un todo vivo, inteligente, organizado y sobre todo
jerarquizado. Sí, jerarquizado, desde las regiones más densas,
las más oscuras, hasta el mundo divino que es pura luz. Y si los
humanos encuentran tantas dificultades, si se exponen a tantos
sufrimientos, es porque todavía no han encontrado la actitud
correcta con respecto a esta jerarquía cósmica de la que Dios es
la cima.
Pero, ¿qué es una actitud? Una síntesis de lo que somos. Revela
el estado de nuestro cuerpo físico, pero también de nuestros
cuerpos psíquicos y espirituales, así como la calidad de las
energías que circulan y trabajan en ellos. Esta actitud nos da
forma, nos modela; nos une a las diferentes regiones del espacio,
y si está hecha de respeto, de amor, y sobre todo de
agradecimiento, atrae hacia nosotros las corrientes y los
espíritus del mundo de la luz.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov